El reglamento para sodas escolares debe ser aplicado. Esa fue la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo al rechazar una petición de medida cautelar para dejar sin efecto la normativa.
El freno a la medida cautelar lo dio a conocer ayer la oficina de prensa del Ministerio de Educación Pública (MEP).
La petición fue planteada por la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), la empresa Alimentos Jack’s y la Corporación Oviedo Álvarez S. A. días antes de iniciarse el curso lectivo.
Mario Montero, vicepresidente de Cacia, sostuvo que no quieren detener la política, sino “el daño sin precedentes a muchas industrias en el largo plazo”.
”Este enfoque negativo sobre los alimentos educa erróneamente a la sociedad al establecer que el origen del problema de obesidad son los productos por sí mismos”, manifestó Montero.
La medida impulsada por el MEP restringe la venta de productos con exceso de azúcar, grasa y sal, incluidos las gaseosas, frituras y algunos snacks.
Según la cartera de Educación, cerca del 20% de los niños y jóvenes sufren de sobrepeso y obesidad, en parte por el consumo de este tipo de productos que se distribuyen en los centros educativos.
No obstante, los industriales aseguran que solo el 18% de lo que los niños consumen en escuelas y colegios lo adquieren en las sodas de las instituciones; lo demás lo compran fuera del centro.
Las autoridades de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia) estiman que el 95% de los alimentos que producen no se pueden vender en las sodas de escuelas y colegios públicos.