El futuro de los aportes del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) al Fondo de Telecomunicaciones (Fonatel) está en manos de un Tribunal Fiscal Administrativo.
El ICE elevó a esa instancia el cobro del canon de Fonatel equivalente al 1,5% de sus ingresos brutos en telecomunicaciones.
De acuerdo con Carlos Raúl Gutiérrez, del consejo de la Superintendencia de las Telecomunicaciones (Sutel), a la fecha el ICE les adeuda unos $18 millones pues, en teoría, es el contribuyente más fuerte del fondo hasta hoy.
El ICE se resiste a cancelar antes que el Tribunal se pronuncie sobre el momento exacto a partir del cual debe asumir esa obligación.
“En el momento que se resuelva la discusión jurídica, inmediatamente el ICE, como siempre, cumplirá con su obligación”, dijo ayer Elbert Durán, vocero de prensa del Instituto.
Pese a esto, la viceministra de Telecomunicaciones, Hannia Vega, aseguró que el ICE sí ha hecho aportes, pero no precisó el monto.
La controversia con el Instituto surgió porque este alega que el pago al Fonatel rige desde que se le aprobaron las adecuaciones de su título habilitante para operar, lo que ocurrió en marzo del 2010.
Además, el Instituto, al igual que otras empresas de telecomunicaciones, se oponen a que se les cobre el 2008, cuando la Sutel aún no estaba integrada ni había establecido el porcentaje de contribución.
De acuerdo con Gutiérrez, esta falta de recursos ha impedido a la Sutel contratar el personal necesario para atender el Fonatel.
Agregó que la Contraloría General de la República les prohíbe utilizar más del 1% del total de los dineros del fondo para cubrir gastos administrativos.
El Ministerio de Hacienda informó de que a hoy el fondo cuenta con ¢995.000 millones, pero no detalló quiénes son los contribuyentes.
Todos esos recursos se recaudaron durante el año anterior.
Se espera que en los próximos meses Fonatel reciba $170 millones que las empresas Claro y Telefónica deben pagar por la concesión de bandas celulares. En el futuro ambas empresas deberán contribuir con un porcentaje de sus ingresos brutos para nutrir el fondo.