Tramo de 11 km ‘se come’ dinero para arreglar 200 km

Obra usa 82% de fondos para bacheo en Bernardo Soto y norte de Alajuela

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La reconstrucción de un tramo de apenas 11 kilómetros entre el Aeropuerto Juan Santamaría y el cruce de Manolo’s, en Alajuela, consumió el 82% de los fondos disponibles para atender 200 kilómetros de rutas nacionales.

Datos aportados por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme) demuestran que la obra le costará al Estado casi ¢5.800 millones de los ¢7.100 millones disponibles.

Ese trayecto de la carretera Bernardo Soto representa apenas el 5,32% de los 200 kilómetros del contrato de conservación vial adjudicado a la empresa H. Solís.

Eso significa que solo quedan ¢1.300 millones para atender los 189 kilómetros del sector identificado por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi, adscrito al MOPT) como Alajuela Norte.

En esa zona están otras 9 carreteras que conducen a Grecia, Valverde Vega y Zarcero.

“Aunque no cuestionamos la calidad del trabajo, desde el punto de vista técnico, se deja en evidencia que todos los fondos para toda esa gran zona de 200 km, se invierten en solo el tramo de 11 km, lo que deja sin atender varias decenas de kilómetros, que al menos pudieron ser recarpeteados, se pudo haber hecho chapea, limpieza de drenajes, etc.”, dijo Luis Guillermo Loría, del Lanamme.

Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes, reconoció que la reconstrucción en el tramo Aeropuerto–Manolo’s obligará al Conavi a pedir financiamiento adicional para completar el resto del contrato.

Empero, no precisó a cuánto asciende el monto que hace falta.

Extremos del contrato. El informe del Lanamme –que data de noviembre anterior y ya fue dado a conocer a las autoridades del Conavi– cuestiona que se realicen trabajos de reconstrucción vial (en el trayecto Manolo´s–Aeropuerto) cuando el contrato se refiere específicamente a conservación.

Inspecciones de los ingenieros evidenciaron que en ese tramo de la Bernardo Soto se amplió la calzada, se colocaron capas de base y sub–base granular, y se hicieron excavaciones comunes y construcciones de cunetas y espaldones.

Según los expertos, esto es reconstrucción de una obra vieja y no conservación vial.

Para llegar a esta conclusión se apegan a lo que establecía el cartel de licitación de este contrato, en el cual se indica que la conservación vial busca preservar el buen estado de las vías y no incluye “la construcción de vías nuevas, ni parte de ellas, ni tampoco el mejoramiento de las vías”.

“Desde el punto de vista administrativo, que se puede extender al tema legal, preocupa que una obra concebida y puesta en concurso para ser un mantenimiento, se convierte a todas luces en una reconstrucción”, agregó Loría.

El ministro Castro, quien no es el responsable de adjudicar el contrato, aseveró que evitará revolver contratos de conservación vial, con obras mayores, que deben licitarse por separado.