San José (Redacción). Las conversaciones entre representantes sindicales y la ministra de Trabajo, Sandra Piszk no cambiaron nada.
La jerarca descartó que el Gobierno eche marcha atrás con el alza salarial de ¢5.000 decretada para el sector público.
Ante estas palabras, los dirigentes sindicales se levantaron y pusieron fin al diálogo que surgió esta tarde, en medio de una protesta.
“No se avanzó en nada. Esto es una burla más del Gobierno”, dijo Beatriz Ferreto, presidenta ejecutiva de la Asociación Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).
Según Sandra Piszk el único de los reclamos sindicales que podrían discutir es en torno a las facultades de la comisión negociadora de salarios, en las que ellos participan.
Los sindicatos están molestos por un decreto emitido el año anterior que la da la rectoría en el tema salarial a la Autoridad Presupuestaria.
“El ajuste indigna pero hay temas mas profundos todavía como el peligro que corre el empleo del sector publico al haberle dado a la Autoridad Presupuestaria un poder que no debe tener y que roza con el decreto de la comisión negociadora”, manifestó en ese sentido Rodrigo Aguilar, presidente de la Confederación de Trabajos Rerum Novarum.