La atención de problemas en el servicio y la ejecución de proyectos del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) están paralizados por el conflicto que existe entre la Gerencia General y la Presidencia Ejecutiva de la institución.
Esta fue la denuncia planteada ayer por representantes del Sindicato de Trabajadores del Instituto (Sitraa).
“El divorcio entre las cúpulas ha provocado una confrontación a lo interno de los trabajadores, lo que afecta el funcionamiento de la institución”, explicó Álvaro Espinoza, secretario general de la organización.
Según el sindicalista, las repercusiones del conflicto en la Administración son visibles en varias zonas del país.
“Tenemos dificultades en Palmar Sur, donde los vecinos no van a pagar el recibo de agua porque tienen problemas de potabilización del servicio”, denunció Espinoza.
De acuerdo con el sindicato, existen situaciones similares en las comunidades de Monteverde de Siquirres y en Golfito, las cuales no han sido resueltas por la división existente en la entidad.
El Sindicato exige que la Presidencia Ejecutiva denuncie públicamente en caso de que haya irregularidades en la gestión de las Gerencias y que abra los procesos correspondientes.
Se intentó obtener respuestas de la presidenta ejecutiva, Yessenia Calderón, pero no fue posible localizarla en su oficina.
El director de Asuntos Jurídicos de la entidad, Rodolfo Lizano, confirmó que la Junta Directiva les solicitó un criterio sobre la posibilidad de eliminar la Gerencia General, así como la Subgerencia General y de áreas.
“Hemos determinado que sí es factible prescindir de los puestos de confianza”, informó.
Los sindicalistas de la institución hicieron un llamado a las autoridades para que resuelvan las diferencias con prontitud. Incluso pidieron la intervención de la presidenta de la República, Laura Chinchilla.
Espinoza declaró que de no tener una pronta solución por parte de los jerarcas del AyA, tomarán medidas de protesta.
“Si la situación sigue y no se interviene en el asunto, se va a dar un movimiento de presión, posiblemente una huelga”, dijo.