¿Por qué esta Administración dejó de lado lugares tan necesitados como Pavas, La Carpio y Alajuelita?
Sí fueron tomados en cuenta; hay temas pendientes, pero se avanza lo que se puede.
¿En Alajuelita no se realizó ni un solo proyecto?
En Alajuelita hay un gran problema de escasez de terreno; hemos tratado de ejecutar un proyecto, pero a la fecha no lo hemos logrado. Además, no teníamos dinero suficiente para desarrollar el bono comunal. El presidente Arias apartó una partida de ¢1.000 millones en el presupuesto del 2010 para comprar un terreno y edificar casas en ese cantón.
En Pavas no se cumple el objetivo de dotar de vivienda a 2.066 familias y el bono comunal ni siquiera está en vigencia.
Lo del bono comunal es responsabilidad del Instituto de Vivienda y Urbanismo, que tiene que sacar la licitación.
¿Se crearon más expectativas en Pavas de las que se podían cumplir?
Sí, absolutamente, se crearon más expectativas de las que se podían cumplir en la práctica.
¿Cuáles fueron las acciones en La Carpio?
Aunque no se vea obra física, invertimos mucho tiempo en un gran plan de planificación. Se consiguieron aprobaciones de reglamentaciones específicas, lo que deja las bases para una futura intervención.
¿En cuánto tiempo se puede solucionar el problema de asentamientos en estas tres comunidades?
En una administración, en cuatro años puede hacerse, en año y medio imposible (Zomer asumió el Ministerio de Vivienda hace año y medio).