Mario Alfaro Vega juntó los ahorros personales, los de su familia y sus suegros para poder viajar el próximo mes a Panamá en pos de un tratamiento con células madre que le permita recuperar la movilidad.
El 10 de julio del 2011, el cuadraciclo en el que corría en Pital, San Carlos, le cayó en la nuca y le paralizó todo el cuerpo, de los hombros hacia abajo.
En el último año, este joven de 28 años recibió terapia de rehabilitación con la fisioterapeuta Eugenia París.
Actualmente, ella prepara a varios pacientes para que viajen a recibir células madre.
Gracias a esa terapia física, Alfaro ya puede mover un poco las manos y ponerse de pie con ayuda de unas férulas. Ahora espera que las células madre mejoren su condición.
Según reveló, tuvo que reunir $30.700 (¢15,5 millones) para el primer tratamiento, que incluye una sesión diaria, de lunes a viernes, durante cuatro semanas. Sin contar hospedaje y alimentación de él y su esposa, que lo ayudará a movilizarse.
París también lamentó que el laboratorio de células madre tuviera que trasladarse a Panamá, pues alega que en Costa Rica se subsidiaba a los pacientes nacionales de bajos recursos.
“Por cada 10 pacientes extranjeros que venían (antes del 2010), le daba n el tratamiento a un costarricense (gratis)”, afirmó la fisioterapeuta. Manifestó que cuando el laboratorio operó en Costa Rica, 500 pacientes fueron atendidos.
“Yo no sé quién fue el que prohibió esto aquí (el tratamiento), pero si fuera él el que estuviera en esta condición lo volvería a permitir”, declaró Alfaro.