El romero que murió antenoche atropellado por un auto en el paseo Colón, San José, iba a agradecerle a La Negrita tras comprar los materiales para construir una casa a sus papás, en Nicaragua.
Eduardo González Miranda, de 32 años de edad, falleció al quedar bajo un vehículo que chocó contra otro. Al parecer, uno de los conductores irrespetó una luz roja del semáforo.
“Estábamos cruzando porque el semáforo estaba en rojo cuando venía un carro muy rápido y golpeó a otro y se nos vino encima.
”Acompañé a Eduardo que siempre va a pagar sus promesas”, narró, ayer, Joniel Vargas Pérez, primo del fallecido.
Según narraron sus familiares, González trabajaba en construcción en Esparza, Puntarenas, y vivía en Calle Ramírez, San Ramón.
Estaba separado y tiene tres hijos de entre 10 y 14 años.
“Casi todo el dinero que ganaba lo enviaba a Nicaragua para comprar los materiales para la casa de sus papás; además, planeaba trabajar aquí hasta diciembre para ahorrar y contratar a un ayudante para construir esa vivienda”, recordó ayer Ismael Vargas, quien también es primo de González.
Por este caso, el conductor de uno de los vehículos, apellidado Morales, quedó bajo las órdenes del Ministerio Público.
Este fue el segundo deceso por atropello durante esta romería.
La otra víctima fue la profesora de Matemática María Rosa Arguedas Vargas, de 58 años. Ella fue atropellada por un conductor de 19 años, el domingo pasado, carretera a Tres Ríos (La Unión, Cartago), y falleció un día después. Colaboró: Gabriela Vargas.