La exministra de Transportes Karla González declaró ayer que la concesionaria Autopistas del Sol conocía –antes de iniciar las obras– sobre la inestabilidad de los suelos y laderas de la vía a Caldera.
Según comentó la exfuncionaria, antes de la concesión se habían realizado 54 estudios técnicos sobre la condición de los terrenos y las recomendaciones para construir taludes seguros.
Las declaraciones de González se dieron ayer durante la segunda comparecencia de la exministra ante la Comisión Investigadora de Concesiones del Congreso.
La exministra dijo que, pese a la gran cantidad de estudios, tanto la concesionaria como la supervisora (Imnsa) alegaron en el 2007 que la información era “insuficiente”.
Por ello, se determínó “la necesidad de un mayor trabajo en taludes del que inicialmente indicaban los planos referenciales”, agregó la exministra de Transportes.
Así las cosas, ambas empresas solicitaron que el costo total de la carretera se incrementara en $15 millones adicionales, con el fin de atender todos los taludes identificados como peligrosos.
La exjerarca insistió en que esa información técnica no exime a la constructora de responsabilidades por los daños que ha habido en la carretera, ni tampoco de las multas correspondientes.
Agregó que dichas reparaciones no pueden ser cargadas a las tarifas de peaje y que el Consejo de Concesiones debe velar porque esta situación no ocurra.
Claudio Pacheco, subgerente de Mantenimiento de Autopistas del Sol, manifestó ayer que los $15 millones se invirtieron en los taludes que habían sido identificados “de riesgo” por especialistas nacionales y extranjeros.
Sin embargo, alegó que había “puntos ciegos” en un 2% de la vía, donde aparecieron “otros taludes” con problemas, y que ahora son atendidos con fondos propios de la concesionaria.