El compromiso de Recope es claro: recortará ¢6.000 millones en gastos de operación, este año, para contribuir a la rebaja en los precios de los combustibles y la electricidad.
Esto significa que, en lugar de disponer de ¢25.000 millones en “gastos controlables” que le fueron aprobados para este 2014, hará uso de ¢19.000 millones.
Sara Salazar, jerarca de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), prometió lograrlo mediante la optimización de los protocolos de descarga de combustibles en los puertos de Moín (en el Caribe) y Caldera (en el Pacífico).
También se comprometió a limitar las contrataciones de servicios, los viajes, las becas al exterior de sus empleados y a recortar los desembolsos por nombramientos interinos, horas extras y pluses.
“Los recursos públicos deben ser usados con responsabilidad y eficiencia. Sí lo podemos hacer (el recorte), es un compromiso y estamos actuando en todo lo que nos es posible actuar”, declaró Salazar.
¿Cuánto impactará tal medida los bolsillos de los consumidores? El modelo tarifario establece que los gastos operativos de Recope determinan el 8% del precio final. Es por eso que cualquier recorte en el rubro no impactaría significativamente los precios.
En caso de concretarse, esos recortes se harán perceptibles en las tarifas conforme entren a regir los ajustes extraordinarios que fija la Aresep y que se activan los segundos viernes de cada mes.
Otra opción, dijo Vivian Campos, de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), es que Recope solicite –en cualquier momento– un ajuste ordinario que le reconozca los recortes logrados. Eso se vería en los precios finales.
De hecho, el 3 de julio entró a regir el más reciente ajuste ordinario solicitado por la Refinadora, que llevó a precios récords: el litro de gasolina súper aumentó en ¢29 y el de regular subió ¢27.
Esta revisión general de los procesos y gastos internos de Recope no surgió de la nada; el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, le pidió cuentas “prontas” a Sara Salazar el miércoles pasado.
Se intentó conocer la opinión de Manuel Rodríguez, secretario del Sindicato de Trabajadores Petroleros, Químicos y Afines (Sitrapequia), pero no fue posible.
Intentos. La jerarca de Recope aseguró que “es la más interesada” en que se revise la metodología para fijar el precio de los combustibles. Salazar anunció que propondría a la Aresep, ayer por la tarde, la rebaja de hasta ¢6 en los precios de las gasolinas, como parte del ajuste extraordinario que debía fijarse.
Pediría, declaró por la mañana, que el litro de súper baje de ¢816 a ¢810; el de regular de ¢788 a ¢782, y el de diésel de ¢676 a ¢667. Dijo considerar, por ejemplo, la caída del precio externo. Sin embargo, a las 5 p. m. de ayer la propuesta de Recope todavía no había llegado a las oficinas del ente regulador.