Procesión del Dulce Nombre de Jesús llega a 159 años

Cientos de fieles acompañaron la imagen del Niño Jesús que evoca su auxilio contra la peste del cólera

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Como parte de una tradición costarricense de hace 159 años, cientos de personas participan de la procesión del Dulce Nombre de Jesús que salió a eso de las 9:45 a. m. de este domingo desde la Iglesia de El Carmen hacia el Hospital Nacional de Niños, donde llegó a las 10:30 a. m. para luego regresar al templo.

A las 8 a. m. se inició la misa en la que muchas familias de San José asistieron con sus hijos vestidos con trajes morados.

Según los documentos históricos sobre esta devoción, con el regreso de los costarricenses que participaron en la gesta heroica de 1856 contra los filibusteros, vino el cólera morbus, enfermedad que diezmó la población.

Los católicos de aquel entonces iniciaron la rogación en torno a la imagen del Niño Jesús que -según los escritos posteriores del arzobispo Victor Manuel Sanabria Martínez- fue traída de Guatemala y se venera y conserva en la Iglesia de El Carmen desde 1864. La enfermedad dejó de afectar y la promesa jurada de seguir con la tradición ha llegado hasta la época actual.

Los archivos de la Curia Metropolitana tienen registro de que en 1859 y 1860 se cumplía la promesa y se exponía el Santísimo Sacramento en el templo. También se conservan los escritos llamados "décimas dedicadas al Dulce Nombre de Jesús" donde se implora su auxilio para que cesen los estragos de la peste. El folleto de autor desconocido fue publicado en 1856 con autorización del obispo Anselmo Llorente.

El tiempo soleado en la mañana de este domingo 30 de agosto fue favorable para que esta tradición josefina se realizara entre calles y avenidas con la imagen a la que lanzaron pétalos de rosa desde la azotea del templo a su salida.

A las 10:45 a. m. llegó al Hospital de Niños, donde los menores se asomaron por las ventanas para ver el paso de la imagen en la procesión que encabezó el sacerdote Víctor Hugo Munguía, párroco de la Iglesia de El Carmen.

En ese centro médico el personal entregó a los participantes de la procesión un folleto con la declaratoria que desde el 2011 realizaron autoridades médicas al declarar como epidemia la violencia infantil.

El capellán de ese centro médico bendijo a los niños participantes de la procesión y extendió su bendición a los que están hospitalizados. La visita a ese centro hospitalario se sumó años atrás como detalle novedoso a la tradición y como un gesto de ternura a los que sufren en silencio. "La idea es llevarles alegría y alivio", dijo Munguía.

En el folleto contra la violencia infantil se hace un llamado al Gobierno, Organizaciones No Gubernamentales y a la población en general para luchar contra esa nueva amenaza.

A las 11:30 a. m. la imagen llegó a la Iglesia de El Carmen y terminó la procesión.