Aunque la propuesta de empezar las clases en enero y dar vacaciones al finalizar cada trimestre todavía no está escrita ni mucho menos aprobada, ya hay alboroto entre los sindicatos de educación.
Parte de la inquietud radica en que la iniciativa fue divulgada por La Nación el lunes pasado, antes de que ellos la conocieran.
El propio ministro de Educación, Leonardo Garnier, reconoció que le hicieron ese reclamo ayer.
“Ellos (los sindicatos) tenían cierta extrañeza de no haber recibido una propuesta antes de salir en los medios; les expliqué que es una idea que está en elaboración y que fue tocada con directores de centros educativos”, señaló Garnier.
Por ejemplo, Gílbert Díaz, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), reconoció que hay efervescencia entre los agremiados.
“De acuerdo con la noticia que La Nación publicó (el lunes pasado), ha habido una reacción negativa porque se habla sobre supuestos que no están; es una reacción negativa de parte de los afiliados”, dijo.
La noticia también disparó los comentarios e inquietudes escritos en los perfiles de Facebook del SEC y de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE).
Para buscar un consenso, Garnier expuso el proyecto ayer a los dirigentes de los ocho sindicatos del Magisterio Nacional.
Como resultado del encuentro, el jerarca se comprometió a traducir sus ideas en un documento, que entregará dentro de 10 días.
La idea. El Ministro explora la posibilidad de que las clases comiencen la segunda semana de enero, a partir del curso lectivo del 2012.
Entre tanto, las nueve semanas de vacaciones anuales se distribuirían después de cada trimestre.
Inicialmente, la idea de Garnier era dar tres semanas libres tras cada uno de esos períodos lectivos.
No obstante, ayer esbozó que lo mejor será 15 días libres luego del primer y segundo trimestres, y las restantes cinco semanas de ocio una vez finalizado el tercer trimestre.
El Ministro apuesta a esta reforma para bajar la deserción y el número de reprobados, pues los alumnos tendrán clases de recuperación en el trimestre que fallan y no al finalizar el año como ahora.
Tras escuchar a Garnier, los dirigentes respondieron con cautela. Su único compromiso fue debatir el tema con los maestros, profesores y directores de centros.
“Cada organización lo consultará con las bases pues no tiene ningún sentido que como dirigente demos nuestra propia opinión; estamos por nuestros asociados”, enfatizó Mélida Cedeño, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).