Sin respuestas ni medidas de corrección, dos investigaciones por posibles fallas de funcionarios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) fueron a dar al archivo, pese a que se trataba de casos cuya consecuencia fue la muerte y el grave maltrato de niños.
La primera investigación se ordenó en agosto del 2009 por una aparente falta de coordinación entre oficinas del PANI, en el caso de una bebé que ingresó delicada al Hospital Nacional de Niños.
Las autoridades detuvieron a los padres de la menor como sospechosos de cometer la agresión y poco después supieron que una sede del PANI tenía conocimiento de los antecedentes de la familia.
Sin embargo, en febrero del 2010 el órgano disciplinario de la institución archivó la investigación al determinar que carecía de pruebas, informó Jorge Urbina, gerente técnico del PANI.
La segunda investigación se ordenó tras conocerse de la muerte de una niña de 11 años que apareció enterrada en el patio de una vivienda en Paquera, Puntarenas, en febrero del año anterior.
En esa ocasión se conoció que el PANI había denunciado que la menor era víctima de abuso sexual, pero nunca se tomaron medidas para frenar la situación.
Aunque el estudio de ese caso sí resultó en imputaciones puntuales a dos funcionarias, ellas dejaron de laborar para el PANI antes de darse la audiencia, por lo que se archivó el proceso.
Un tercer incidente, en el cual fallecieron tres menores con un veneno suministrado por su madre, también se investigó, pero la funcionaria involucrada murió.
La presidenta ejecutiva del PANI, Marielos Hernández, manifestó su decepción con los resultados de las investigaciones que realizó el órgano disciplinario e indicó que pediría un informe sobre esas pesquisas.
“No soy abogada, pero la lógica me dice que debería poderse llevar a otras instancias fuera de la institución. Es trascendental que las personas se hagan responsables de sus actos y mucho más cuando hay situaciones de muerte”, expresó Hernández.