La Municipalidad de San José intenta reducir a la mitad el horario de funcionamiento de las nuevas máquinas de bingo electrónico que operan en la capital bajo el amparo legal de la Cruz Roja.
Hoy, cerca de 250 de estos aparatos están a disposición del público las 24 horas al día, pero el ayuntamiento considera que solo deben de hacerlo de 10 a. m. a 10 p. m.
Ese es el horario que se establece para las salas de juego la Ley 8.767, Protección de los Niños, las Niñas y las Personas Adolescentes contra la Ludopatía, la cual entró a regir el 1.° de abril.
La disposición municipal fue emitida el 13 de abril, luego de que funcionarios del ayuntamiento realizaran una inspección a las dos salas que tienen máquinas de bingo electrónico, una ubicada en avenida central y la otra en el centro comercial Plaza Rohrmoser.
En la visita, el inspector determinó que el tipo de actividad realizada en los establecimientos es “de juegos”, por lo que el horario debe ser restringido o, de lo contrario, la Municipalidad podrá cancelar la patente de operación.
Sin embargo, la orden fue suspendida debido a una apelación presentada a la alcaldía por Luis Szlak, dueño de la firma Juegos Sociales Iberoamericanos, que opera la sala de bingos Multicolor, diagonal al antiguo edificio de Monumental.
Walter Cortés, director de la unidad de Control y Seguimiento del ayuntamiento josefino, explicó que tal apelación deberá resolverla el alcalde Johnny Araya.
“Para nuestros efectos es una sala de juegos, independientemente de que sea bingo o no, nosotros mantenemos esa posición”, alegó el funcionario municipal.
Consultadas la Cruz Roja y las empresas sobre la posición municipal, el cuerpo de socorro respondió que las máquinas operan desde el 2008 “con toda legalidad bajo los parámetros municipales establecido para el otorgamiento de patentes de salas de juego de bingo”.
“No existe hasta el momento justificación legal alguna que le haya permitido al municipio limitar horarios o determinar condiciones especiales de la actividad del bingo”, dijo Franklin Vargas, jefe legal de la Cruz Roja.
El abogado añadió que, “desde hace algunos meses, hemos percibido en algunos funcionarios municipales su oposición a nuestras salas”. Electrónico. Desde finales del 2008, la Cruz Roja cambió los bingos tradicionales por esta nueva modalidad, la cual incluye tanto el bingo “cantado” como el electrónico.
En esta última modalidad, los jugadores meten billetes en máquinas para jugar en una pantalla táctil, en forma individual.
Para ello, la Cruz Roja firmó contratos con dos empresas que se encargan de habilitar establecimientos y colocar las máquinas.
Bajo ese acuerdo, asegura la Cruz Roja, las empresas entregan al cuerpo de socorro un 30% de los ingresos por el juego, aparte de un pago inicial de $200.000 por cada establecimiento.
En promedio, los nuevos bingos producen $190.000 mensuales, de los cuales la Cruz Roja capta unos $56.000.
Además de Juegos Sociales Iberoamericanos, que tiene 150 máquinas en Avenida Central, la otra compañía es Oper-Bingos , que tiene 100 aparatos en Rohrmoser.
En su decoración, estos sitios son muy similares a un casino: poca luz natural y luces de neón.
La Cruz Roja alega que este tipo de bingos es normal en otras partes del mundo y que el jugador sí tiene que aportar cierta destreza a la hora de jugar en la máquina.
En estos aparatos, un software escoge aleatoriamente los números que le son dados al jugador para que llene el cartón electrónico.
La Cruz Roja y la firma Juegos Sociales también gestionan la apertura de otra sala de bingos en Heredia, en el edificio histórico conocido como El Gran Chaparral.