La ciclovía de Cartago avanza sin que todavía el municipio realice un estudio sobre la cantidad de ciclistas que transitan por la ruta escogida, de seis kilómetros de longitud.
Sin embargo, el alcalde cartaginés, Rolando Rodríguez, no echa de menos el estudio, pues en su criterio el proyecto requería un análisis cualitativo y no cuantitativo. La posición la respalda el ingeniero municipal, Óscar López.
Los funcionarios explicaron que para la realización de esta obra se tomaron en cuenta otros factores, como el ancho de las vías, el desplazamiento de la población entre sectores, así como el descongestionamiento en otras rutas.
Además, se buscó el modo de unir los principales puntos del casco central de la ciudad.
El jerarca municipal respaldó la construcción de esta infraestructura en una consulta popular que se hizo tres años atrás, como base del plan de ordenamiento urbano que estará publicado en un mes y medio, aproximadamente.
Ramírez manifestó que tras los conversatorios, se concluyó que la población cartaginesa “quería” una ciclovía. Este deseo coincidió con el aporte de $700.000 del Automóvil Club de Costa Rica.
No obstante, en criterio de Junior Araya Villalobos, director de Ingeniería de Tránsito del MOPT, para la construcción de una ciclovía se requiere un estudio previo de demanda.
Según el funcionario del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), hace falta realizar conteos durante distintos periodos del día que permita justificar si se requiere o no hacer la inversión.
Posteriormente, es necesario hacer el análisis de las vías.
Araya mencionó que en lugares donde no exista tráfico por falta de dispositivos, es necesario un estudio de demanda potencial.
Sin dato. A estas alturas, el alcalde desconoce cuántas personas utilizan la bicicleta como medio de transporte en la Vieja Metrópoli, aunque asegura que hay un “público cautivo” importante.
Olman Vargas, presidente del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), cree que es probable que haya otras zonas con mayor tránsito de ciclistas, al tiempo que cuestionó el trazo de la ruta con pendientes pronunciadas.
“Me da la impresión de que algunos de los tramos donde se construye la ciclovía en Cartago no había un tránsito de ciclistas establecido de previo y ellos no tomaron en consideración estos estudios”, mencionó Vargas.
Entretanto, algunos comerciantes, se quejaron porque la ciclovía representa una baja en ventas por la dificultad de los clientes para movilizar los productos que adquieren, ya que no pueden parquear frente a sus negocios.
El municipio aseguró que tomará medidas para que la nueva ruta, de dos metros de ancho, no se convierta en un parqueo, pese a que cuenta con separadores.
Con ese fin, el ayuntamiento dispuso de 10 plazas entre parquicletos y policletos, que aplicarán multas de ¢5.800 por estacionar en zona amarilla, ya que aseguran que están debidamente señalizados.
El plan de ordenamiento del cantón de Cartago incluye, además, bulevares y el cambio en las rutas del transporte público.