Mujer taxista encadenada frente a casa del presidente: "Voy a soportar hasta que me saquen a un hospital"

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La taxista Virginia Moreira se mantiene encadenada, en señal de protesta, en las afueras del condominio en donde vive el presidente Luis Guillermo Solís, en barrio Escalante, confirmó el Ministerio de Seguridad.

"Las cadenas en ningún momento me las he quitado.Yo voy a sorportar hasta que mi cuerpo... hasta que me saquen para un hospital, hasta que mi cuerpo ya no dé, yo vine por un propósito y si tengo que dar parte de mi vida y mi salud así será", expresó la mujer.

Moreira soportó el clima adverso que afecta al país con bajas temperaturas y fuertes ráfagas de viento. Calambres en las piernas y manos, presión alta y mucho frío son algunas de las situaciones que vivió la taxista entre la noche del miércoles y la mañana de este jueves, según relató.

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Cubierta con una bandera de Costa Rica, la mujer solicita que el Gobierno se comprometa a quitar la aplicación Uber e intervenir con mano dura a los taxistas piratas.

Una tercera demanda es que se otrogue prórroga de seis meses a los taxistas con vehículos modelo 2000, para poder cambiar de unidad (los taxis no pueden tener más de 15 años de atigüedad). Por esta situación, a la taxista le quitaron las placas de su vehículo este martes.

Estos tres puntos deben estar por escrito con la firma de Luis Guillermo Solís o, al menos, del Ministro de Obras Públicas y Transportes, Carlos Villalta, demanda la taxista.

Casa Presidencial indicó que el miércoles en la mañana le manifestaron a la mujer que iba a ser recibida en la sede del Gobierno, en Zapote, para escuhar sus demandas, pero ella desistió la oferta.

Virginia contó que sus hijos le llevaron una cobija, la cual utilizó para abrigarse y suavizar la dureza del suelo. Gracias a eso, pudo dormir dos horas continuas.

La mujer ha tenido colaboración de compañeros del gremio de los taxistas, quienes la han acompañado, le han llevado alimentos y hasta una tienda para acampar, que no pudieron utilizar.

Un colega le llevó una tienda de campaña, pero cuando la abrieron, un oficial de la Fuerza Pública les indicó que la cerraran o la iba a decomisar.

Policías se mantienen en la zona, con especial atención a que no se generan protestas de los taxistas.