El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) pretende revivir el plan de rutas intersectoriales con permisos temporales de operación.
En lugar de una concesión para transporte público, el MOPT abrirá un concurso para que un permisionario, o varios, opere los buses durante un plazo máximo de un año.
Con esto se probaría si el servicio es eficiente y habría tiempo para redactar el cartel para una futura concesión.
Así lo confirmó ayer Francisco Jiménez, ministro de Obras Públicas y Transportes.
El funcionario prevé que los permisos podrían comenzar parcialmente en diciembre, pues no se habilitarán las siete rutas originales de la Interlínea.
Esos servicios eran Desamparados-Moravia, Guadalupe-La Uruca, Hatillo-Guadalupe, Moravia-La Valencia, Escazú-Hospital México, Escazú-Alajuelita y Santa Ana-Belén-La Valencia.
Según explicó Jiménez, no podrían autorizar recorridos de Interlínea donde haya conflicto con empresarios de rutas ordinarias.
Este es el caso del recorrido Hatillo-Guadalupe, donde habría competencia con la Periférica.
Lo mismo ocurre con Santa Ana-Belén-La Valencia, donde hay una pugna con el operador de buses a La Valencia en Ulloa de Heredia, agregó Jiménez.
El servicio de Interlínea debió iniciarse el 7 de junio del 2008 (hace 26 meses), pero fue suspendido dos días antes cuando un tribunal administrativo de transportes encontró vicios en el primer proceso de adjudicación.
Condiciones para comenzar. Francisco Jiménez sostiene que, dentro de tres meses, los empresarios no tendrán tiempo para comprar buses nuevos para la Interlínea.
Sin embargo, se les exigirá unidades de compra reciente, en buen estado y con rotulación que los diferencie de las rutas ordinarias.
Jiménez sostuvo que ya están negociando con transportistas para definir las condiciones del permiso temporal.
Originalmente, el servicio contemplaba que un bus pasara cada siete o diez minutos en las horas pico, y cada 20 minutos durante el resto del día.