El Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) intenta forjar alianzas estratégicas con algunas municipalidades del país con el propósito de lograr una mejor comprensión de las necesidades de la comunidades.
La ministra Irene Campos explicó que la intención es proyectar el Mivah por medio de las Oficinas de Bienestar Social de los gobiernos locales.
“Somos un ministerio pequeño, carecemos de oficinas regionales, y por ello tenemos poco músculo. Sin embargo, iniciamos un proceso de capacitación y nuestro propósito es de ir a través de los municipios, dando una capacitación de los temas principales e ir avanzando a través de ese brazo”, indicó Campos.
La prioridad será el acercarse a las zonas de mayor densidad demográfica y a más asentamientos informales.
La Ministra aspira a reproducir, en otros lugares, el ejercicio realizado por la Municipalidad de Desamparados, San José, que censó varios precarios para conocer las familias y sus necesidades.
“El ejemplo de Desamparados es bien interesante, no solo por la capacidad de analizar su problemática de vivienda, sino también por la capacidad que ha tenido de proponer una solución”, agregó.
Parte del reto es conocer cuántas familias viven en cada uno de los precarios porque de eso depende el presupuesto. El uso de censos también permite ejercer un control sobre quiénes ameritan la ayuda y quiénes tienen mayor prioridad.
“A veces, cuando se empieza a trabajar, de un momento a otro aparecen 100 familias más. Llegan en la noche, se instalan en cualquier orilla y son 100 familias más que no se habían contabilizado. No alcanza el presupuesto que se tenía”, explicó Campos.
Acercarse a las poblaciones de antemano también facilita la aplicación de un filtro para descontar las familias que, bajo la legislación actual, no son elegibles para recibir ayuda.
Un ejemplo claro son las personas que tienen un estado migratorio irregular y, por ende, no tienen documentos de residencia.
Durante marzo, el Mivah trabajará la propuesta con algunos Municipios, en un congreso.