Mitad de ticos busca la fortuna en lotería nacional

Mayores de 40 años se inclinan por lotería, menores de 24 prefieren ‘raspas’

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El deseo por librarse de deudas, comprarse una casa para no alquilar más, dejar de andar en autobús, o emprender el viaje soñado podría explicar por qué casi la mitad de los ticos juega lotería.

La esperanza de ganar varios millones de colones o, al menos, algo de dinero, lleva al 46,1% de los pobladores a estar pendientes del resultado de ese juego de azar cada noche del domingo.

Milton Vargas, director de producción y ventas de la Junta de Protección Social (JPS), afirmó que ese porcentaje lo arrojó un estudio de mercado hecho en el pasado mes de marzo.

La investigación la hizo la empresa Ibope, cuyos encuestadores entrevistaron cara a cara a 1.200 personas de todo el país.

A la gente se le preguntó si había comprado juegos de azar en los últimos 30 días.

La lotería nacional es el producto de la JPS que más juegan los costarricenses. Un 46,1% de los entrevistados dijo ser seguidor de ese juego.

Entre tanto, un 32,6% dijo comprar chances, mientras que el 25,3% prefiere buscar la suerte con un poco de diversión y, por eso, invierten dinero en lotería instantánea (raspaditas).

Los porcentajes de preferencia de estos juegos de azar no se pueden sumar, ya que hay jugadores que adquieren diversos productos, aclaró Vargas.

Además, el estudio arrojó que los tiempos ilegales mueven cerca de $100 millones al año (¢50.800 millones), con el agravante de que esas ganancias quedan en manos de particulares y no van a dar a organizaciones sociales de beneficencia.

Esa cantidad de dinero representa una tercera parte de los ingresos que obtuvo la JPS por todos sus juegos de azar el año pasado, que alcanzaron los $296,2 millones (¢151.000 millones).

Esto significa que el consumo per cápita del año pasado en el mercado legal de la suerte fue de $69 (¢35.000), $10 más que en el 2010.

Perfil. El público de cada lotería de la Junta tiene sus propias particularidades, sobre todo por edad.

Los mayores de 40 años, fijan sus esperanzas en la lotería nacional, mientras que los más jóvenes optan por las raspas .

Por ejemplo, el 58,4% de las personas con 55 años o más buscan su número favorito para los sorteos de los domingos, pero solo al 19,2% de esa población le gusta las raspas .

Mientras tanto, los mayores compradores de lotería instantánea tienen entre 18 y 24 años (39,5% de esa población). Esos jóvenes, precisamente, no son aficionados a la lotería nacional.

“La gente joven no está acostumbrada a los papeles, sus gustos son diferentes. Si el papá juega lotería, ellos prefieren otro tipo de juegos”, apuntó Milton Vargas.

Uno de los jugadores fiebres es Carlos Luis Jiménez Saborío, de 76 años y vecino de Alajuela.

Jiménez asegura que juega lotería, chances y tiempos, y que su afición empezó cuando tenía 35 años.

La suerte le dio una recompensa, porque ganó el premio mayor de los chances con el 07, aunque no precisó cuándo.

“Puedo invertir hasta ¢30.000 y he pegado en varias ocasiones, si no es el mayor pegó terminación, segundo o tercer premio. Juego mi edad, 76, también el 36 y por supuesto el 07. Para el próximo sorteo además llevo el 12 y el 55”, contó.

Estrategia. Para no perder de vista el mercado joven, la Junta le apostará a los juegos electrónicos.

Aunque inicialmente esa institución promoverá Tiempos, apuestas deportivas, Pega 1 y Pega Millones, Vargas aseguró que la oferta se puede diversificar para conquistar a los jóvenes.

“La idea es que el segmento adulto joven crezca e iguale a otros”, resaltó Vargas.

Sin embargo, un grupo de chanceros y la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) se oponen a que esos juegos los organice la firma transnacional GTECH, pues creen que será el inicio de la privatización del mercado de la suerte.

No obstante, la Junta insiste en que la lotería electrónica seguirá bajo su control y que GTECH solo habilitará 1.000 terminales fijas y 400 móviles (que usarán los chanceros) para que las personas hagan sus apuestas.

A cambio, esa firma recibirá el 12,79% de las ventas, como comisión. Colaboró: Francisco Barrantes y Albert Marín.