El Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet) podría investigar los indicios de una exploración minera ilegal, en Talamanca, si recibe una denuncia formal.
Así lo explicó José Francisco Castro Muñoz, director de Geología y Minas, quien agregó que aún no han recibido reportes.
“Si alguien interpone una denuncia, nosotros vamos. Tenemos un encargado en la zona, pedimos apoyo al área de conservación e incluso a la guardia civil”, afirmó el Castro. Comentó que habría que analizar la antigüedad de los posibles hallazgos.
Para Castro es vital que la Dirección de Aviación Civil tenga un reporte detallado de las aeronaves que viajaron a Talamanca en las últimas semanas.
Por su parte, la Asociación de Desarrollo de la Reserva Indígena Bribri–Talamanca (Aditibri) aseguró que denunciará la exploración clandestina ante el Gobierno y ante la Asamblea Legislativa.
Según José Páez, presidente de la Asociación, llevarán el caso a la presidenta de la República, Laura Chinchilla.
Aditibri es la propietaria legal del terreno donde se ubica el cerro Sukut, el cual encierra un potencial depósito de oro y cobre.
Dicha organización se opone a la minería a cielo abierto.
El miércoles pasado, un grupo de dirigentes de Aditibri y miembros de la reserva confirmaron a este medio su molestia.
“¿Cómo permiten que entren, cómo regulan, si somos un país ecologista? Instamos a la Presidenta a que escuche nuestras solicitudes”, manifestó el indígena Javier Méndez.
“Están buscando indígenas que se presten para favorecer este tipo de actividades”, agregó.
Justa Romero, integrante de la directiva de Aditibri, explicó que el Sukut es un lugar sagrado para los indígenas bribri.
Manuel Salas Corrales, jefe de la delegación policial de Bribri, aseguró que no se ha logrado identificar a los autores de la exploración.
Durante los últimos 40 años, numerosas mineras efectuaron al menos 20 intentos formales por explotar la zona de Talamanca.
El proyecto más reciente lo emprendió el grupo que construyó un helipuerto en el 2009 junto a la reserva indígena Tayní, liderado por el inversionista noruego Helge Haaversen.
Esa agrupación trató de aliarse con dirigentes bribris para que estos gestionaran la exploración y, hoy, mantiene vigentes cuatro solicitudes en el Minaet para entrar a sitios como Sukut.