Las escuelas y liceos que construye o repara el Ministerio de Educación Pública (MEP) no siempre son los que requieren atención urgente.
La Contraloría General de la República reveló, en un informe dado a conocer ayer, que el MEP carece de un proceso de planificación estratégica para definir las necesidades más apremiantes, sino que se basa en las solicitudes hechas por directores o juntas de educación.
Giselle Segnini, del área de Servicios Sociales de la Contraloría, aseguró que ni siquiera hay una política de infraestructura educativa emitida por el Consejo Superior de Educación.
“(Tampoco hay) un proceso de planificación estratégica que permita orientar los proyectos en la atención de las necesidades prioritarias, tomando en cuenta los cambios demográficos del país”, aseveró Segnini ayer.
La funcionaria agregó que el Ministerio no cuenta con un portafolio de las obras que permita razonar y justificar la inversión.
Otro hallazgo de la Contraloría es la carencia de sistemas de información que faciliten la planificación de las construcciones.
“En los expedientes no se evidenció registros que dieran indicios de un proceso de selección de proyectos, en función de su análisis de evaluación previo y priorización según algún tipo de criterio”, consignó el documento.
El órgano fiscalizador también concluyó que no hay suficiente seguimiento a las obras, pese a que el dinero para financiarlas se entrega a las juntas de educación.
Defensa. Entre tanto, Silvia Víquez, viceministra administrativa del MEP, dijo que ya el Consejo Superior de Educación analiza una política de infraestructura.
Sobre la falta de prioridades que señaló la Contraloría General, Víquez enfatizó que ya trabajan para determinarlas.
“Esto se debe a los atrasos en materia de infraestructura que el MEP ha acarreado durante décadas. Se está trabajando ya en un proceso de priorización de obras (entendiéndose obras sanitarias, educación técnica y obra nueva)”, aseguró Víquez en respuestas enviadas ayer por correo electrónico.
El MEP ha estimado en $1.000 millones el déficit de la infraestructura educativa.
Por ese motivo es que el 8 de febrero, cuando empiece el curso lectivo, habrá estudiantes que recibirán lecciones en ranchos, galerones o iglesias prestadas.
Además, para este año el MEP se propuso realizar un estudio que muestre el estado real de las aulas, baños, gimnasios y canchas multiusos de los centros educativos.