En Upala, uno de los cantones más pobres del país, existe una ciclovía que es utilizada con regularidad por los lugareños.
La obra comenzó en 2003 y un año después, en marzo de 2004, se inauguró la ruta, de un kilómetro de largo. La ciclovía es ancha: dos metros permiten la circulación simultánea, en ambos sentidos, Junto a ella también se construyó una acera para peatones.
El financiamiento de estas obras provino del Consejo Seguridad Vial (Cosevi), que destinó una partida de ¢19 millones.
La ruta que sigue la ciclovía se extiende desde las inmediaciones del parque Central y hasta el Hospital de Upala.
La idea de construir un espacio seguro y exclusivo para los ciclistas nació por el extendido uso de bicicletas en la zona. Durante los últimos años, su uso se ha generalizado al punto de que es normal ver a médicos, abogados, maestros o enfermeras transitar por allí.
El diputado Juan Acevedo, quien fungía como alcalde de Upala cuando se construyó la ciclovía, explicó que el trazado de la ruta fue diseñado en función de los puntos locales más relevantes.
“Pasa por dos barrios importantes: Miravalles y Don Chú. También frente al colegio, el hospital y ahora frente a la entrada donde se edifica el Centro de Formación Profesional del Instituto Nacional de Aprendizaje”, aseguró Acevedo.
El legislador agregó que contando a los estudiantes de los colegios diurnos y nocturnos, se benefician alrededor de 2.000 personas con la ciclovía. La obra también es utilizada por muchos vecinos para salir a hacer ejercicio.