La mayoría de las tarifas de buses que pagan miles de usuarios en todo el país tendrán un incremento de entre ¢10 y ¢100 esta semana.
Este monto de ajuste cubre a más del 71% (2.809) de los pasajes. El servicio de transporte público por autobús está dividido en rutas que se distribuyen en 3.144 tarifas.
Por ejemplo, en la ruta San José-Sabana Cementerio y barrio La Pitahaya, la tarifa pasará de ¢120 a ¢140. Mientras, el recorrido San José-Tibás subirá entre ¢195 y ¢225.
Tal ajuste fue aprobado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) la semana pasada y regirá al día siguiente de su publicación en La Gaceta. Esto ocurriría esta misma semana.
De acuerdo con el ente regulador, el 13% de las tarifas (420) subirán entre ¢100 y ¢200. Mientras, un 5,3% (167 pasajes) se incrementarán entre ¢200 y ¢500.
En este último bloque se encuentra, por ejemplo, la ruta San José-Limón (directo). El costo del tiquete pasará de ¢2.750 a ¢3.150; es decir, ¢400 adicionales.
Para otras 93 tarifas (2,9%), el incremento será de entre ¢500 y ¢1.000. Mientras, la ruta San José-San Vito (zona sur) recibirá un ajuste de ¢1.030. Es la única con una variación superior a los ¢1.000.
Entre tanto, 198 tarifas tendrán, más bien, una disminución de ¢10 a ¢95, y otras 21 no cambiarán.
Asimismo, 125 rutas quedarán sin alza debido a que aún se encuentran morosas en el pago del canon regulatorio a la Aresep.
Compensación de costos. Con este ajuste se pretende cubrir el incremento en el 75% de los costos de operación de los autobuseros: combustibles, salarios, gastos administrativos e insumos como el precio de las llantas y aceites.
Esta propuesta tarifaria contó con una fuerte oposición de la Defensoría de los Habitantes, pues consideró que estaba “inflada”.
La principal crítica de la Defensoría fue en contra del rubro de insumos incluido en el nuevo modelo de ajuste aplicado por la Aresep.
Según esa entidad, los precios de llantas y aceites son los que más subieron entre junio del 2011, cuando se dio el último aumento, y junio del 2012, cuando debía realizarse el segundo ajuste de este año. La variación fue de 42,12%.
Este porcentaje resulta de una encuesta de precios de mercado hecha por el órgano regulador.
A su vez, este fue el factor que mayor peso (10,63%) tuvo en la estimación del incremento tarifario.
Según la Defensoría, el incremento reportado por la Autoridad Reguladora en los costos de los insumos no es consistente con la realidad económica y es totalmente exagerado, si se considera la inflación en ese periodo (4,61%).
La propuesta también enfrenta un recurso de amparo presentado ante la Sala Constitucional, el cual está en estudio.
Enrique Muñoz, nuevo intendente de Transportes de la Aresep, destacó que la mayor parte de las rutas tendrá un ajuste relativamente bajo, no superior a ¢100.
Agregó que, ante la cantidad de quejas recibidas de los usuarios por mal estado de los autobuses, cobro de tarifas superiores a las fijadas y maltrato a los adultos mayores, la dependencia a su cargo se enfocará en atender estas preocupaciones.
Para ello espera aumentar las fiscalizaciones y facilitar la presentación de quejas de los usuarios.