La marcha de 172 kilómetros entre San José y la mina Crucitas, en Cutris de San Carlos, comenzó ayer con la ayuda de oficiales de la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito.
Un grupo de unas 60 personas salió hacia las 8:30 a. m. desde la Casa Presidencial con destino a Alajuela, donde completaron el primer día de recorrido.
En todo el trayecto los manifestantes contaron con el apoyo de dos o tres oficiales de Tránsito para abrirles paso en los cruces peligrosos. También hubo una pareja de motociclistas de la Fuerza Pública para garantizar su seguridad.
Días atrás, la presidenta, Laura Chinchilla, manifestó que respetaba este tipo de manifestaciones pacíficas y que les brindaría apoyo en seguridad.
Ayer, la Coordinadora Ni una Sola Mina entregó una carta en la Presidencia en la que solicitan derogar el decreto 34801-Minaet, que declara de interés público la minería de oro en la zona norte.
“Este decreto y su posible implementación práctica, además de violentar el derecho constitucional a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, representa una vergüenza para un país de tradición conservacionista como el nuestro”, señala la carta.
Ayer, los manifestantes viajaron por rutas alternas hacia Alajuela. Para ello, salieron de Zapote con rumbo a San José, Tibás, Santo Domingo de Heredia y San Joaquín de Flores.
Al parque de Alajuela llegaron hacia las 3 p. m., con buen clima, y tenían previsto pasar la noche en la sede del Colectivo Calufa para viajar hoy hacia Valverde Vega.
Según Víctor Rojas, vocero de la Coordinadora, el grupo base que pretende llegar a Crucitas es de 15 personas, pero esperan que en cada trayecto haya otros manifestantes que se sumen a la marcha. A Crucitas llegarían el domingo.