No fue una celebración en grande como en otras épocas, pero sí hubo festejo.
Con un pequeño desfile, los puntarenses celebraron los 107 años de la aparición de la Virgen del Mar.
Lo usual es que decenas de lanchas, botes, grandes y pequeños, acompañen la imagen mientras cientos de personas observan desde la playa, pero este año no fue así.
Las medidas sanitarias para contener los contagios de la covid-19 lo impidieron, como tantas otras actividades en el país durante los últimos cuatro meses.
Roy Carranza, uno de los pescadores, fue el que prestó una embarcación que tenía guardada hace años para trasladar la imagen.
“La fe y las ganas de servirle a la Virgen no se apaga, nuestro propósito es que estas tradiciones no se acaben y que más bien se fortalezcan cada día, es por eso que puse a disposición mi barco, que incluso tenía unos 4 años de no poder sacarlo del muelle ya que no cuenta con la licencia, pero servimos a la Virgen” indico Carranza.
Según la tradición, fue la Virgen la que salvó en 1913 a un barco pesquero que había naufragado.
Cada una de las embarcaciones participantes fue tripulada por núcleos familiares con el objetivo de respetar las burbujas sociales.
A pesar del cierre de playas, algunas personas se acercaron a la costa para observar el paso de la imagen.
“Aunque la tradición significaba activación económica en la provincia y pese a que este es un año particular, uno se alegra de la iniciativa y de que se hiciera el desfile”, comentó Antonio Solano, otro de los participantes.
Alex Alfaro, cura de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, catedral de Puntarenas, dio la bendición a los fieles. Además, realizó una misa que se transmitió por redes sociales este jueves a las 5:30 p. m..