Fernando Marín asumirá las riendas de un nuevo ministerio creado para combatir la pobreza en un país con 935.000 personas que viven en esa condición, según la Encuesta de Hogares de julio del 2009 (última disponible).
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos revelan que en Costa Rica hay 221.000 hogares pobres, 50.000 de ellos en extrema pobreza. ¿Cuál es el plan para reducir esa cifra?
Tenemos varios objetivos: uno es el programa Comunidades Solidarias Seguras y Saludables. La meta es atender los 10 cantones con índice de desarrollo social más bajo y 22 comunidades urbano-marginales en el área metropolitana y provincias costeras.
¿Atenderlos en qué sentido?
El programa procura la integración de todos los programas sociales, ampliar la inversión pública, mejorar el acceso y calidad de los programas universales de salud y educación, así como la infraestructura urbana. Por ejemplo, aplicar el bono comunal. Todo esto a partir de un diagnóstico de la comunidad, en el cual participarán activamente los habitantes de la zona.
¿Cuál es la meta?
Atender a 20.00 familias en pobreza extrema, 5.000 por año. No queremos seguir dando ayuda de manera atomizada, que no llega a tener un impacto positivo. Queremos pasar del asistencialismo a una atención integral.
¿Es factible? El actual Gobierno generó muchas expectativas en comunidades urbano-marginales; por ejemplo, en Pavas prometió 2.066 soluciones de vivienda, pero solo se dieron 172.
Sí, tenemos los recursos y la organización en todo el país para hacerlo. Pueda que no logremos sacar a las 20.000 familias de la pobreza, pero al menos sí de la pobreza extrema. Unos de los compromisos que asumimos fue poner en el plan de Gobierno solo las metas que se puedan cumplir.
¿Quién va a coordinar a todas las entidades involucradas para desarrollar este proyecto?
Vamos a establecer las instancias políticas, vamos a tener un Consejo Social que lo presidirá la presidenta Laura Chinchilla.
Usted habla del bono comunal, pero todos los recursos económicos para ese plan ya están asignados y la idea de financiarlo con el impuesto solidario está en duda debido a la baja recaudación. ¿De dónde se va a sacar el dinero?
Bueno, ese es un tema que tenemos que revisar en conjunto con la nueva Ministra de Vivienda. Lo que hay que hacer es canalizar los recursos que ya existen en estas comunidades. Para el primer año (2010), el presupuesto del programa de Comunidades Solidarias y Seguras es de ¢4.000 millones.
El actual presidente del IMAS, José Antonio Li, en una entrevista publicada por La Nación el 6 de julio del 2009, dijo que hay familias que “quieren” ser pobres para recibir ayuda del Estado. ¿Cómo eliminar el asistencialismo?
Con una selección adecuada, una identificación de las necesidades reales de estas familias y la elaboración de un plan que permita tener metas y objetivos claros para que logren salir de la pobreza. Habrá familias que permanentemente requerirán atención, adultos mayores que no pueden trabajar y que no cotizaron, pero, también, en otros casos, se requiere capacitación para el trabajo, o la ayuda para que un hijo pueda permanecer en el sistema educativo.
Otro proyecto que fue insignia en la campaña electoral de Laura Chinchilla fue la Red Nacional de Cuido para Niños. ¿Cómo pondrán en marcha el proyecto?
Por medio del fortalecimiento del programa Cen-Cinai con otras iniciativas, con participación de organizaciones no gubernamentales, asociaciones de bienestar y sindicatos, por ejemplo. Esta es una primera etapa. También dejaremos en marcha un plan para, progresivamente, ir aumentando la capacidad de esa red de cuido para cubrir a sectores medios de la población. Inicialmente, nos concentraremos en población con menores recursos.
¿Habría algún incentivo para esas organizaciones?
Estamos en el diseño de eso.
¿Cuándo empieza a funcionar?
Ya funciona por medio de los Cen-Cinai.
Pero el actual Gobierno fracasó con la ampliación de los Cen-Cinai: se había propuesto aumentar la cobertura a 5.000 niños más y solo lo hizo a 80.
Vamos a cumplir la meta que nos propusimos en el plan de Gobierno: ir de 4.000 a 8.000 niños, por lo menos, e incrementar la jornada, eso como una primera etapa.
¿Y la segunda etapa?
El próximo año, involucrando estas organizaciones, estableceremos un plan y metas.
¿Construirán más Cen-Cinai?
En algunas comunidades se va a requerir construir, en otras es ampliación, en algunas se maximizará la capacidad con horarios y un mayor personal.
¿Y las guarderías para usuarios de clase media?
Eso no lo hemos definido, esa es la tercera etapa; el compromiso es dejar en marcha el plan para niños de clase media.
En campaña se dijo que pretenden llegar al 100% de Avancemos, ¿100% de qué?
De estudiantes que están en peligro de desertar por razones económicas. La cifra puede aumentar o disminuir, la meta base es de 160.000 estudiantes; si las condiciones económicas del país mejoran, la cifra va a bajar; si empeoran, aumentará esa base.
¿Pero se bajará de 160.000?
Si la condición del país mejora, sí.
Usted habla de atención integral, pero actualmente Avancemos es dar el dinero a las familias y no se hace nada más.
Eso debemos corregirlo. Queremos darles atención y acompañamiento a los beneficiarios.
¿Cómo eliminar la filtración (personas que no requieren el beneficio pero lo reciben)?
Con una mejor selección y dando seguimiento al beneficiario.
Para ello requieren una buena base de datos de los beneficiarios. Sin embargo, el sistema de información integrada de programas sociales selectivos, o Sigipps, no se ha implementado, pese a que estaba dentro de las metas del actual Gobierno
Vamos a retomar el sistema; esa base de datos es fundamental para lo que queremos hacer.