El Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) arrancará en enero cuatro proyectos que pretenden dar soluciones de vivienda a unas 1.000 familias de clase media y media baja.
Las construcciones se financiarán mediante fideicomisos con la banca estatal o cooperativas y permitirán reactivar las deterioradas finanzas que afronta la entidad, desde hace varios años.
Así lo dio a conocer el nuevo presidente ejecutivo del INVU, Álvaro González, quien indicó que la Junta Directiva ya aprobó el desarrollo en cuatro terrenos institucionales.
Estas fincas están ubicadas en los cantones de Curridabat, San José y Coronado, en la provincia de San José, y otra más localizada en Cañas, Guanacaste.
Los proyectos de la Gran Área Metropolitana (GAM) serían condominios en formato vertical, de entre cuatro y seis torres de cuatro pisos, mientras que el de Guanacaste consistiría en pequeñas viviendas unifamiliares.
“El INVU tiene una infinidad de terrenos muy importantes, no solo en la GAM, sino también en el resto del país”, explicó González.
”Consideramos que a través de una alianza estratégica con el sistema financiero, supervisado por la Sugef, y con la participación de la empresa privada, la Cámara Costarricense de la Construcción y de empresarios particulares, podemos comenzar a levantar proyectos para una población desatendida desde hace tiempo”, añadió.
Aunque aseguró que todavía no se pueden dar detalles específicos, González calculó que los condominios tendrán un tamaño de entre 40 y 50 metros cuadrados, y el costo será inferior a los ¢30 millones.
Asimismo, dijo que las conversaciones ya están adelantadas con el Banco Nacional.
“Ya presentamos el borrador del convenio al banco y estamos trabajando fuerte en el tema. Esperamos que en el transcurso de estos meses podamos estar firmando con la presidenta de la República”, aseguró el jerarca.
Se intentó conocer más detalles del Banco Nacional; sin embargo, al cierre de esta edición no había obtenido respuesta.
El director de Urbanismo del INVU, Leonel Rosales, manifestó que las características de los proyectos dependerán en parte de las limitaciones que establecen los planes reguladores que rigen en cada uno de los cantones.
“Por ejemplo, en el caso de la Finca Vargas, que son terrenos en muy apropiados cerca del centro de Coronado, hay regulaciones de densidad, cobertura y altura y hay que respetar esas disposiciones”.
La Finca Echandi, en San José, podría ser de una mayor altura.
Actualmente, el INVU realiza un inventario para determinar cuántas propiedades posee a lo largo del país y cuáles son aptas para desarrollos urbanísticos.