Huelga en Recope paralizó el suministro sin ocasionar caos

Sindicato lucha por mantener beneficios salariales ‘vitales’ de convención colectiva

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Los empleados de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) paralizaron ayer el suministro de combustibles, en señal de protesta para evitar recortes de beneficios salariales. Empero, el paro cesó sin causar estragos ni negociaciones.

Desde temprano, los choferes de cisternas formaron, en vano, filas fuera de los planteles de distribución de Recope. Mientras tanto, parte del personal jugó mejengas y comió ceviche en el que pareció ser un día de campo (al menos en el plantel El Alto, en Ochomogo).

En el plantel de Limón, los trabajadores se adueñaron, incluso, de las áreas de descanso para los transportistas y no retomaron sus labores usuales, sino hasta las 7 p. m., tras el anuncio de Gilbert Brown, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros Químicos y Afines (Sitrapequia).

“Estoy satisfecho. Enviamos el mensaje y la opinión pública nos escuchó. Ahora queremos evaluar lo que viene, antes de tomar nuevas resoluciones”, dijo el sindicalista.

Ayer por la tarde, Jorge Villalobos, presidente ejecutivo de Recope, aseguró que no hubo problemas de abastecimiento, y garantizó un suministro “normal” en caso de que el paro continuara varios días.

En las gasolineras no cundió el pánico por escasez del líquido, debido a que desde el miércoles se les advirtió de la huelga. Ese día, muchas estaciones llenaron tanques y aseguraron sus reservas.

Por su parte, el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, solicitó a los conductores mantener la calma y no abarrotar las estaciones de servicio, ya que ayer había suficiente producto.

Impulso. La convocatoria a paro surgió luego de que la Contraloría General de la República impugnó ante la Sala IV los artículos 113, 156 y 142 de la Convención Colectiva.

Las normas sujetas a cambios son, respectivamente, el pago de un incentivo por desempeño (que varía según el empleado), el pago por antiguedad (para ellos es de un 5% sobre el salario base) y el tope de cesantía, que hoy es de 24 años.

“Aquí el asunto de peso es el salario y eso no se puede tocar. Tampoco se pueden cortar los beneficios vitales que se negociaron ya desde hace muchos años” dijo Teodoro Symes, de la Junta del sindicato.

Aunque coincidió en que hay un “caos en el tema de salarios”, el jerarca de Recope dejó claro que los reclamos de ayer no son en contra de la Administración de la empresa, por lo que no son ellos quienes tienen la solución entre manos. Así lo constató el sindicalista Brown.

Villalobos resaltó que los huelguistas no han intentado negociar con él, a pesar de que está “en la mejor disposición de conversar”.

Cerca de 1.650 empleados conforman la planilla de la Refinadora; de ellos, el 90% están afiliados a Sitrapequia, sindicato formados desde hace casi 46 años.

Villalobos informó de que el rango de salarios para el personal de Recope oscila entre ¢500.000 y ¢4 millones, y que el porcentaje que desembolsa la empresa por ese concepto no llega al 3% del gasto total. Colaboró: JÉSSICA SALAZAR, CORRESPONSAL.