Texto original publicado por La Nación el 1 de noviembre de 1971.
Un moderno sistema de micro-ondas entró en servicio anoche en Centroamérica. Se inauguró con un programa de televisión en el que tomaron parte las cinco repúblicas del istmo.
A Costa Rica le correspondió dar inicio al programa y el animador Carlos Alberto Patiño saludó a los centroamericanos y ofreció el micrófono al Presidente Figueres. “Esta gran facilidad de comunicarnos, nos acerca más”, dijo el mandatario en su intervención.
Además, el Presidente felicitó a las instituciones y técnicos que han tenido participación en este programa, luego envió un saludo a los pueblos y gobiernos del istmo. Concluyó haciendo votos por que este sea un vínculo que haga posible el desarrollo de los pueblos y que se constituya en un vehículo de paz para Centroamérica.
El programa artístico de Costa Rica estuvo a cargo de Ricardo Acosta, quien acompañado por el conjunto Los Gatos y el ballet de Xinia Mora, presentó la canción intitulada: “En cada cosa”. Luego se presentó parte de la obra teatral de Alberto Cañas, escritor nacional, “La Segua”.
En otras noticias:
Trabajadores liberianos no pagarán más seguro
Los empleados municipales de Liberia anunciaron ayer domingo al gerente de la Caja Costarricense de Seguro Social, que a partir de hoy lunes no pagarán más las cuotas del Seguro hasta que los médicos vuelvan a prestar servicios.
Esto se da en el octavo día de la huelga médica y pese a las numerosas gestiones que se han realizado, no se vislumbra un pronto entendimiento de las partes para romper el hielo. Diariamente, el paro cuesta entre ¢60 mil y ¢80 mil.
Tomando la cifra intermedia de ¢70 mil, la Caja ha pagado unos ¢560 mil hasta el día de hoy, pues la semana pasada giró el salario a los médicos microbiólogos, odontólogos y farmacéuticos en huelga.
Explosión en edificio más alto de Londres
Una explosión estremeció ayer la torre del correo de Londres, 7 horas después de haberse recibido una llamada telefónica de advertencia que fue descartada como falsa alarma.
Los agentes de Scotland Yard investigaban una segunda llamada de un desconocido que dijo representar al Ejército Republicano Irlandés (ERI), y declaró que el atentado dinamitero había sido realizado por esa organización clandestina. El informante dijo que se producirán atentados similares en el futuro.
La explosión de las 4:30 de la madrugada despertó a millares de londinenses y provocó alarma entre el público y la policía cuando se supo que la bomba había estallado en la torre de 180 metros de altura. No se informó de víctimas.