Las personas que organizan la romería a la Basílica de los Ángeles desde las zonas más lejanas, ultiman detalles sobre sitios para pernoctar, horas de salida, trayectos de recorrido diario, asistencia a los romeros, horas de comida, buses de retorno y demás logística que demanda una caminata de estas.
Ampollas, dolores musculares, deshidratación, trayectos bajo la lluvia y el frío son parte del sacrificio que se ofrece en rogación a acción de gracias por favores en los que se ha pedido la intercesión de la Patrona de Costa Rica ante Dios.
De la catedral de San Isidro, Pérez Zeledón, a la Basílica de los Ángeles hay 117 kilómetros, distancia que unos 500 romeros se aprestan a recorrer a partir del lunes 29 de julio en la madrugada. Personas con edades entre los 10 y los 83 años están anotados entre los que harán el recorrido este año.
Geovanny Acuña, uno de los organizadores, dijo esta mañana en entrevista con la radioemisora adn 90.7 FM que la primera fase del recorrido es de San Isidro a Villa Mills, localidad que pertenece a Paraíso de Cartago. Para él, es el trayecto más difícil, ya que se trata de una pendiente constante en camino hacia el cerro de la Muerte.
La segunda parte es de Villa Mills hacia La Trinidad de Dota, pasando el punto más alto del recorrido e iniciando el descenso. "En cada comunidad nos facilitan salones comunales, escuelas, casas e Iglesias para pasar la noche", afirmó Acuña.
Luego viene el descenso hasta Tejar de El Guarco donde se pernocta por última vez y el primero de agosto, ya con 100 kilómetros recorridos, se inicia la última etapa.
Los últimos dos años les ha acompañado don Francisco Zúñiga, un cartaginés de 83 años, vecino de La Lima, que el año pasado hizo la romería y este año se volvió a anotar.
Así como este cartaginés, hay vecinos de San José, de Limón y de Guanacaste que aprovechan la organización de este grupo para realizar la caminata. Tienen unos 20 años de organizar esta romería.
Para cubrir los gastos la cuota es de ¢13.000 y se debe llamar al 8313-6985 o al 2771-3111