El Gobierno no puede intervenir en asuntos sindicales; sin embargo, la Administración de Laura Chinchilla vería “con agrado” un cambio en la gestión gremial de los dos únicos puertos del Caribe.
“Como Gobierno no vamos a estar interfiriendo (en la elección), ni mucho menos, pero sería muy hipócrita decir, después de estar promoviendo cuatro años la modernización portuaria, que no me gustaría y que no aplaudiría un cambio de gestión en el puerto de Limón”, declaró ayer Marco Vargas, ministro de la Presidencia.
El viernes, luego de tres períodos seguidos en el poder, Ronaldo Blear pretende reelegirse como secretario sindical y oponerse a la concesión portuaria.
En la otra acera se le enfrenta Douglas Brenes, quien favorece la cesión a manos privadas.
Vargas está confiado de que el discurso del Gobierno, que promueve la modernización portuaria y un modelo de desarrollo de la mano con la concesión, “haya calado” entre los trabajadores portuarios.
El Ministro alegó que el modelo de gestión de Japdeva debe cambiar porque el actual es “ineficiente” e “insostenible”.