La visión de una mujer dedicada al hogar y al cuido de los niños, expuesta en su homilía del 2 de agosto en Cartago por el cardenal mexicano Francisco Robles, agitó redes sociales, oficinas públicas y a los sectores académicos.
Robles viajó al país en representación del papa Benedicto XVI para asistir a la festividad nacional.
Una de las críticas vino de la presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), Maureen Clarke, quien dijo respetar las palabras del prelado, pero opinó que la Iglesia también debía respetar los criterios del Estado.
“Muchas cosas que el señor señaló ya han sido superadas por nuestra sociedad; no en vano la existencia del Inamu”, agregó.
Entre otras cosas, el cardenal insistió en la igualdad de derechos entre ambos sexos, pero pidió a la mujer no convertirse en una “imitadora del varón”.
”La verdadera promoción de la mujer exigirá que sea claramente reconocido el valor de su función materna y familiar. Es por ello necesario descubrir el significado original e insustituible del trabajo en la casa y de la educación de los hijos”, dijo el cardenal.
La Nación buscó la posición de la Conferencia Episcopal en relación con las palabras del sacerdote mexicano, pero prefirió no referirse al tema.
El vocero, Javier Román Arias, se limitó a decir: “Las afirmaciones fueron expresiones propias del señor cardenal, emitidas dentro de un mensaje mucho más amplio. En todo caso, sería él quien podría explicarlas con mayor amplitud”.
El día anterior a la homilía, el obispo de Cartago, Francisco Ulloa, llamó a las mujeres a vestirse con “recato y pudor” .
Visión histórica. La directora de la Maestría Regional en Estudios de la Mujer de la Universidad de Costa Rica, Montserrat Sagot, indicó que la posición planteada por el cardenal se ha utilizado de manera recurrente desde el siglo XVIII.
“Es una visión totalmente dualista de la sociedad, donde se les asignan a las mujeres características esenciales relacionadas con la maternidad y el cuidado de los niños y la única forma de que su participación sea permitida en la esfera del trabajo es para que traiga esas características”, recalcó Sagot.
El mensaje despertó polémica en las redes sociales. En la página de Facebook de La Nación, por ejemplo, Nerissa Chaverri opinó: “Las mujeres no imitamos a los hombres; la lucha incansable ha sido para que se reconozcan nuestros derechos como seres humanos”.