Fieles dieron gracias y dejaron lista de peticiones a ‘La Negrita’

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Cartago. Rosa Ivette Cruz Rodríguez, de 57 años, cumplió un año más la promesa de asistir a la misa en la plaza del santuario de la basílica de los Ángeles, celebrada ayer en esta ciudad.

Desde muy temprano salió de Santa Cruz, Guanacaste, y vivió la ceremonia con mucho fervor, mientras sujetaba una fotografía de La Negrita.

“Siempre vengo a pedirle por la salud de toda mi familia”, dijo Cruz luego de cantar uno de los himnos que resonó en Cartago como parte de la conmemoración del 376 aniversario del hallazgo de la imagen de piedra de la Patrona de Costa Rica.

Al igual que ella, miles de devotos cumplieron con promesas y, de paso, dejaron una lista de peticiones a la Virgen de los Ángeles.

“Vengo como agradecimiento por tener a mi hija de dos años, ya que, cuando nació, casi se muere por una hemorragia”, contó, emocionada, Cindy Madrigal Vargas, de barrio Cuba, San José.

Muy cerca de ella estaba Carlos Eduardo Cabezas Porras, quien cargaba a su hija Marta Gabriela, de cuatro meses.

“Es la primera hija que tenemos, y vengo como agradecimiento”, comentó Cabezas.

Otra familia que presentó a su bebé ante La Negrita es la formada por Sergio Quesada y Gabriela Córdoba, vecinos de Sabanilla de Montes de Oca, San José.

“Daniela tiene cuatro meses y medio y es nuestra primera bebé. Vino con nosotros mi papá, Efraín Quesada, quien tiene 77 años, pero véalo: está mejor que uno”, dijo, entre sonrisas, Sergio Quesada.

Ejemplo. Para Rosa Ivette Cruz, la devoción de estos feligreses demuestra que se mantiene la fe en la Virgen de los Ángeles.

“Por eso tengo esta imagen entre mis manos, porque es mi vida, soy muy devota y esa misma devoción la tienen muchas personas más”, recalcó Cruz, quien estuvo de pie durante la misa, en la primera fila asignada al público.

Ese mismo júbilo dio fuerzas a los fieles para recorrer varios kilómetros para llegar hasta Cartago y, luego, soportar el fuerte sol para oír la homilía frente a la basílica.

Regalo desde el cielo. Al igual que otros años, durante la misa cayeron pétalos del cielo, lanzados desde una avioneta de la Fuerza Pública.

Los creyentes recibieron las primeras flores a las 10:50 a. m., cuando daba su mensaje el cardenal mexicano Francisco Robles Ortega, designado por el Vaticano como representante del papa Benedicto XVI para esta celebración.

Esos pétalos dieron fuerza a Cruz y a los otros fieles para que estuvieran en sus sitios hasta el mediodía, cuando terminó la misa.