La detección de una falla sísmica en el sitio del derrumbe ocurrido en enero en el kilómetro 37 de la vía Interamericana Sur atrasará en unos dos meses el arreglo definitivo.
El descubrimiento de esa debilidad del terreno sorprendió a los ingenieros del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Cristian Vargas, gerente de Construcción del Conavi, explicó que se deben hacer estudios más profundos.
“Es un fenómeno bastante crítico. Aún no hay nada fijo. Los estudios y el diseño pueden tardarse. La idea es retomar la idea de la línea original de la carretera, pero esto nos lleva a realizar análisis más minuciosos”, declaró Vargas.
Los ingenieros trabajan en el sitio, en La Cangreja de El Guarco, Cartago, para reforzar, mediante anclajes, el talud existente, sobre el cual quedó un carril. De esta forma pretenden protegerlo del impacto de las lluvias y evitar su erosión.
Actualmente, hay un paso provisional regulado, que fue abierto el 28 de febrero.
La vía temporal se construyó paralela a la Interamericana, tomando terreno de la montaña en una propiedad prestada al Conavi por un vecino de la zona.
Ese tramo cuenta con dos carriles, uno en cada sentido, y sus más de 100 metros están asfaltados y señalizados.
Para evitar futuros deslizamientos, los operarios colocaron subdrenajes a cuatro metros de profundidad y una malla que evita la erosión.
Emergencia. Las características arcillosas del suelo son señaladas como una de las causas que provocaron el problema el 29 de enero en las cercanías del restaurante Chiquizá, en el cerro de la Muerte.
Un conductor cayó poco después con su vehículo en el hundimiento, pero resultó ileso.
El deslizamiento tiene unos 105 metros de longitud y 20 metros de profundidad.
En promedio, esa ruta es utilizada por 5.100 autos al día. Pobladores de los cantones de Dota y Tarrazú (zona de los Santos) señalan que ahora, por vías alternas, tardan hasta hora y media más en el corrido.