Expertos temen estragos por lluvias cortas pero muy intensas

IMN prevé que caerá más cantidad de agua que en la temporada del 2012

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El país se enfrentará en estos meses a una temporada lluviosa mucho más intensa que la del año pasado.

Esa expectativa ya activó las alertas de los expertos en emergencias, quienes están muy preocupados por esas lluvias cortas, pero muy intensas, que son capaces de provocar desastres.

¿Cómo cuáles? Como aquel aguacero del 26 de junio del 2012 que aumentó el cauce de la quebrada La Guaria y abrió un hueco enorme en la autopista General Cañas.

Según explicó el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), se prevé que en el Valle Central caiga hasta un 20% más de agua que el promedio histórico. Por ejemplo, si para el período abril, mayo y junio se espera un acumulado de 620 milímetros (mm) de lluvia, este año la región podría alcanzar los 745 mm.

Lo mismo reportan los especialistas para el Pacífico central y sur, donde el incremento será de un 20%, y de un 15% para el Pacífico norte. En cambio, en la zona norte y todo el Caribe, las precipitaciones caerán entre un 5% y un 15%.

El meteorólogo Daniel Poleo resaltó que el año pasado el país enfrentó las consecuencias del fenómeno de El Niño, lo que repercutió en una reducción de las precipitaciones. En cambio, este año se espera que los aguaceros estén “ligeramente” por encima de lo normal.

Risgo. Lidier Esquivel, jefe de Prevención de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), hizo la observación de que esas lluvias de corta duración son muy peligrosas, en especial en el Valle Central, donde los ríos quedaron atrapados por toneladas de cemento y asfalto.

El urbanismo desordenado provocó que los cauces quedaran muy reducidos y eso facilita que con menos cantidad de agua se produzcan inundaciones. Súmele al problema que el costarricense no es responsable con el manejo de la basura que se acumula en los ríos, alcantarillas y otras tuberías.

Según Esquivel, las cuencas de especial vigilancia son María Aguilar, Tiribí, Torres y Tárcoles, los ríos de Alajuela y el río Seco, en Heredia, que cruza los cantones Central, San Rafael y Belén, donde generalmente causa estragos.

David Meléndez, de la unidad de emergencias del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, señaló muy coloquialmente que el tema los tiene “parados del pelo”, porque el tiempo no está reproduciendo patrones históricos.

Destacó que a estas alturas del año ya debería estar lloviendo en gran parte del país, pero el verano se ha extendido. “La gente dirá: mejor, más cortito el invierno, pero a mí me preocupa más esa concentración de lluvias en muy poco tiempo”.

Meléndez afirmó que en el MOPT han estado trabajando en alertar sobre cuencas y alcantarillas obstruidas, pero lamentó la lenta ejecución de las municipalidades , que no actúan a tiempo.

La sequía de los últimos meses también lo inquieta. Advirtió que en la zona de Los Santos (Dota, León Cortés y Tarrazú) los terrenos empinados están resecos y resquebrajados, y cuando llueva facilitarán que el agua penetre y provoque deslizamientos.

Esquivel agregó que se mantendrá la vigilancia en zonas con fallamiento reconocido como Tapezco y Chitaría, en Santa Ana; Tablazo, en Desamparados; Alto Loaiza, en Orosi; Potrerillos, en Acosta; Lajas en Escazú, y Burío, en Aserrí.

Aunque en esos sitios hay cámaras de vigilancia, es necesario que las comunidades informen de cualquier comportamiento anómalo en montañas o en los cauces.

Esquivel indicó que aun cuando se tiende a echarle parte de la culpa a los municipios (por no limpiar ríos o alcantarillas), el primer paso deben darlo las familias.