Cartago
Este sábado se realiza una actividad conmemorativa de la muerte de Pablo Presbere, también conocido como Pabru Presbere, el cacique indígena que fue ejecutado el 4 de julio de 1710, hace 305 años.
Para la celebración se realiza un festival indígena, que inició a la 1 p. m. y terminará a las 8 p. m. en la Plaza Mayor de la ciudad de Cartago, precisamente el lugar en que por orden de la Corona Española se le dio muerte.
Este festival fue gestionado por la organización "Compartiendo raíces", el Comité de la Persona Joven de Cartago, el Centro indígena Oropopo, y la Municipalidad de Cartago.
Presbere fue el último vestigio de la rebelión de los nativos de Costa Rica ante la colonización española y en sus dominios en Talamanca –con sus guerreros– hizo estragos en las tropas del gobierno extranjero, enfrentamientos donde hasta murieron sacerdotes católicos que acompañaban a los militares, en su campaña de evangelización.
El día de la ejecución de Presbere fue un 4 de julio de 1710 y, según las crónicas coloniales, después de haberlo capturado en Talamanca por un fuerte contingente español, no se le dio alimento por varios días y después en procesión fue llevado a la Plaza, donde fue arcabuceado y cortada su cabeza, la que se dejó en un mástil durante meses, para escarmiento disuasorio de la suerte que podría correr el que se atreviera a retar a España.
La actividad incluye ventas de artesanía, plantas medicinales, relatos sobre la vida de Presbere y a las 6 p.m un concierto con cantantes indígenas.
La Diócesis de Cartago tuvo su acto religioso con familias indígenas, cuando una numerosa delegación de ellos, de Grano de Oro y Tayutic, regiones que pertenecen a la Diócesis cartaginesa, visitaron la Basílica de Los Ángeles, donde fueron recibidos por el Obispo de Cartago, Francisco Ulloa, quien les ofició una misa solemne.
Presbere fue uno de los últimos rebeldes a la conquista española y lucho por la región de Talamanca, pero al final perdió la batalla ante los europeos.
Cuando Presbere fue capturado se le exhibió por las calles de Cartago y después se le cortó la cabeza y fue colocada en un mástil, para escarmentar a los indígenas costarricenses.