Estatuas vivas invitaron a josefinos a confesarse

Actores pintados de colores atrajeron la atención de cientos de transeúntes

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Con mensajes de solidaridad y perdón, seis estatuas vivientes se encargaron ayer de invitar a los josefinos a la gran jornada de confesiones que se realizará mañana en la catedral metropolitana.

La actividad artística se llevó a cabo entre las 11:30 a. m. y 1:30 p. m., con la intención de promover el sacramento de la reconciliación antes de la Semana Santa.

Once actores, pintados de todos los colores, se ubicaron en las cercanías del Teatro Nacional y la plaza de la Cultura. Allí hicieron representaciones artísticas de danza y teatro para promover valores como la unión familiar, el perdón, la misericordia y la solidaridad.

Mientras tanto, voluntarios de la Iglesia repartieron folletos sobre la confesión e invitaron a las personas a la Fiesta del Perdón, mañana, entre las 9 a. m. y 2 p. m.

Al menos, 100 sacerdotes atenderán a los fieles que se acerquen a la catedral para confesarse.

“Queremos resaltar que esto es una fiesta para acercarnos al perdón de Dios. Es un tribunal, pero es un tribunal donde nos van a absolver y perdonar”, aseguró monseñor Hugo Barrantes.

“Tenemos una idea falsa de Dios y del perdón que nos regala. Queremos decirle a la gente que el perdón de Dios es lo más grande, y que no hay que tenerle miedo a la confesión, como si fuera ir a la silla eléctrica”, agregó Barrantes.

Curiosidad. Las coloridas representaciones artísticas y grabaciones reproducidas en altoparlantes atrajeron a cientos de transeúntes, quienes se acercaron para recibir el mensaje o, simplemente, para ver de qué se trataba la actividad.

José David Quirós, de 29 años, fue una de las personas que se acercó a las estatuas vivientes.

“Me parece una actividad muy bonita para interiorizar la importancia de estos tiempos y ponernos a pensar. Es excelente”, manifestó.

Por su parte, Joxan Murillo, de Guadalupe, opinó que la iniciativa era muy llamativa, aunque aclaró que no cree en la confesión por medio de curas.

“Yo creo en Dios, pero no estoy de acuerdo con la confesión. Los sacerdotes son personas al igual que uno, y no son nadie para perdonar nuestros pecados”, dijo Murillo.

El renombrado actor Álvaro Marenco formó parte de la estatua que representaba la unión familiar, y opinó que la actividad cumplió con su propósito.

“Siento que hay mucho interés en el evento. Han venido muchos medios de comunicación, y la gente se acerca a vernos y a preguntar”, aseguró Marenco.