Enfermeras demandan al Conesup y ‘U’ Católica por negarles doctorado

Universidad niega responsabilidad y alega que alumnas sabían de requisito

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Era junio del 2011 y Alba Carranza estaba a pocos días de graduarse del doctorado en Educación, en el cual había invertido millones de colones y dos años de su vida.

El vestido para la celebración colgaba en su clóset y la refrigeradora almacenaba la comida para una cena a la cual había invitado a sus familiares.

Sin embargo, un correo enviado por la Universidad Católica a sus alumnos disipó, de repente, la emoción que consumía a Carranza, quien, además de enfermera, tenía 20 años de experiencia como profesora universitaria.

La misiva explicaba que algunos estudiantes del centro educativo no iban a poder graduarse por un problema con el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).

“Llamé a mi director de tesis, quien me mandó escaneado el documento que señalaba que, precisamente, era yo una de las estudiantes que no podía graduarse, según el Conesup, porque no cumplía con algunos requisitos”, recordó la frustrada alumna.

El problema radicaba en una resolución del Conesup del 2005 que exige, como requisito de admisión al plan, poseer una licenciatura o maestría en Educación o en una Ciencia Social. La formación de Carranza era en Enfermería, que se considera ciencia de la salud.

“Yo ya había pagado todo: los cursos, la tesis, el derecho de graduación. Y más allá del esfuerzo económico, es el tiempo que invertí, estar todos los fines de semana sentada en la computadora haciendo los trabajos. Estaba impactada. ¿Qué les decía a mi familia, a mis compañeros de trabajo?”, agregó.

Esta misma situación la enfrentan al menos otras ocho enfermeras, algunas de las cuales ya trabajaban en la tesis o estaban en proceso de cursar la carrera. La mayoría de ellas tienen maestrías en ámbitos relacionados con las ciencias de la salud.

Ana Clara Carvajal, por ejemplo, recordó el sacrificio económico que le implicaron los estudios.

“Yo tomaba el salario e iba directo a pagar a la universidad. Usé letras de cambio y, si no, hasta pasaba la tarjeta de crédito para ir pagando”, relató Carvajal.

Viriam Mejías aseguró que la verguenza y la frustración que le generó esta situación la obligaron a buscar ayuda profesional.

“En todo lado comenté que estaba haciendo el doctorado. Le contaba a la gente que ya iba por el segundo o tercer capítulo de la tesis. Moral y psicológicamente me afectó muchísimo y terminé en salud mental y psiquiatría, ahí me están tratando”, narró Mejías.

Tribunales. En abril, nueve enfermeras afectadas interpusieron una demanda colectiva ante el Tribunal Contencioso-Administrativo contra la Universidad Católica y el Conesup, en la cual piden que se les reintegre el dinero invertido en los estudios, así como ¢50 millones, cada una, por daños morales.

Según el reclamo, el centro de enseñanza las “indujo maliciosamente a error” para que cursaran el doctorado sin advertirles de que no calificaban. Asimismo, alega que la inspección y fiscalización del Conesup fue “tardío, ilegal, insuficiente y pernicioso”.

“La Universidad le propuso al Conesup un plan remedial que consistía en darles una maestría en Educación. El Conesup se dispuso aceptar el plan sin consultarles a las estudiantes si tenían voluntad o tiempo para cursar la maestría”, manifestó el abogado de las enfermeras, Santiago Araya.

El representante legal de la Universidad, Hugo Soto, negó la responsabilidad del centro educativo y aseguró que las demandantes conocían los requisitos.

“Creemos que es poco creíble que ellas, todas graduadas universitarias de entre 40 y 50 años, no conocieran, al momento de la matrícula, un requisito básico y fundamental”, manifestó Soto.

“Sabían, se les explicitó verbalmente y en documentos ese requisito y, aun así, bajo su cuenta y riesgo, llevaron los cursos”, agregó.

Asimismo, indicó que la posibilidad de reembolsarles dinero es una que se tendrá que discutir en la etapa de conciliación.

Por su parte, Evelyn Chen, directora ejecutiva del Conesup, no quiso referirse al caso ya que está en un proceso judicial.

Sin embargo, en términos generales, aseguró que las universidades son responsables de verificar y exigir, en el momento de la matrícula, que los estudiantes cumplan con los requerimientos y, en caso negativo, hacérselos saber.

Para evitar este tipo de situaciones, Chen recomendó a los alumnos acudir al Conesup para obtener los programas y sus respectivos requisitos de ingreso.

También reconoció la importancia de fortalecer el Conesup con recursos humanos y económicos, para que pueda realizar las inspecciones necesarias.