Los empleados del sector público recibirán un aumento salarial de 2,66% durante este semestre.
Además, aquellos empleados que tengan un salario base superior a ¢268.000 disfrutarán de un 1% adicional, porque a ellos no se les reconoció el total del ajuste por inflación en el semestre anterior.
Dicho porcentaje se pagará en octubre, retroactivo a julio.
Este último grupo, conformado mayormente por profesionales, representa cerca del 70% de todo el personal del Gobierno Central.
La ministra de Trabajo, Sandra Piszk, explicó que el incremento significa un desembolso de ¢38.500 millones para el Gobierno y cubre a unas 192.000 personas.
El rápido acuerdo suscrito ayer entre los sindicatos y el Gobierno no contó con el aval de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) ni de la Central General de Trabajadores (CGT), cuyos dirigentes se levantaron de la mesa de negociación.
Beatriz Ferreto, presidenta de APSE, dijo que el alza aprobada discrimina a los sectores que tienen salarios más bajos, como, por ejemplo, conserjes, guardas de seguridad y otro personal de servicio.
Este grupo solo recibiría el 2,66% por inflación.
APSE pretendía que el Gobierno concediera un 3,66% de aumento a todo el sector público.
Piszk explicó que el ajuste pactado responde a acuerdos previos del Gobierno y el sector sindical.
Por su lado, Wálter Quesada, secretario general adjunto de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), manifestó que la fijación salarial respeta los acuerdos suscritos en marzo.
Este incremento se haría efectivo el mes entrante.