Dos abogados, un auditor y un chofer de la CCSS que, hace un año, realizaron una gira a la zona sur son investigados debido a que, en horas de trabajo, dos de los funcionarios hicieron compras en Golfito y los otros dos estuvieron por varias horas en Paso Canoas, en la frontera con Panamá.
Los cuatro habían sido designados para atender un juicio laboral en contra de la Caja que se realizaría el 15 de diciembre en Ciudad Neily, pero la audiencia terminó siendo suspendida ese mismo día, incluso antes de iniciar.
Los empleados –todos con plaza en las oficinas centrales, en San José– estuvieron de gira entre el 14 y 16 de diciembre del 2010, días en que disfrutaron de viáticos para alimentación y hospedaje.
Pese a que los hechos sucedieron hace ya casi un año, recientemente la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) envió un informe a diversas jefaturas para que se inicien los procesos administrativos en contra de los cuatro empleados, confirmó Gustavo Picado, gerente administrativo.
El caso. El 14 de diciembre del 2010, dos abogados, de apellidos Quesada y Vega, ambos de la Dirección Jurídica, así como un auditor apellidado Hernández –en calidad de testigo– y un chofer de apellido Villalobos, salieron de la Caja con rumbo a Ciudad Neily.
Al día siguiente, debían asistir al Juzgado Civil y de Trabajo del II Circuito Judicial de Corredores a un juicio programado para las 8:30 a. m., con el fin de representar a la Caja en una demanda de un trabajador de la institución que había sido denunciado, junto a otras ocho personas, por un supuesto uso irregular de viáticos en el 2002.
No obstante, la audiencia se canceló antes de su inicio porque el defensor de la parte actora presentó un dictamen médico que lo excusó de asistir al litigio.
Según un informe de la Auditoría Interna de la CCSS sobre este caso, los cuatro funcionarios debieron regresar a San José ese mismo día, lo cual no ocurrió.
Más bien, el auditor y el chofer se fueron a Paso Canoas, según confirmó la propia Auditoría por medio del registro de GPS –sistema de localización satelital– que tenía el vehículo de la Caja.
Hernández, el auditor, dijo al órgano investigador que habían asistido a la frontera con Panamá para visitar la sucursal de la Caja ubicada en La Cuesta de Corredores.
Esa oficina está a 9,6 kilómetros de Paso Canoas; sin embargo, el vehículo de la Caja fue estacionado cerca de la aduana y estuvo parqueado entre las 8:59 a. m. y la 1:09 p. m. de aquel 15 de diciembre.
La Nación consultó al chofer sobre los viajes realizados, y este afirmó que solo se limitó a recibir órdenes de los otros funcionarios.
El auditor, por su parte, no quiso referirse al caso.
Compras. Según una certificación del puesto de aduana del Ministerio de Hacienda ubicado en el Depósito Libre de Golfito, el auditor y los abogados Quesada y Vega tramitaron en el primer día de la gira –14 de diciembre– tarjetas para realizar compras en esos comercios.
Esa misma oficina consignó que los dos litigantes hicieron compras, pasadas las 3 p. m., entre las cuales estuvieron una plancha (en el local El Cometa S. A.) y bebidas en la tienda de HA & COM Bebidas del Mundo S. A.
Ayer, la abogada de apellido Quesada confirmó las compras, pero dijo que las hizo luego de la jornada laboral y trasladándose en un taxi particular.
Sobre por qué el grupo no regresó a San José ante la suspensión del juicio, Quesada explicó que al momento en que fue cancelado llegó otra demanda en contra de la Caja y, entonces, se quedaron para recolectar información de ese caso y de otros similares.
En el informe de Auditoría, la jefa inmediata de Quesada, Gloria Monge, del Área de Gestión Jurídica, señaló que no supo de la suspensión del juicio, sino hasta marzo o abril de este año por medio de una llamada anónima.
No fue posible localizar al abogado de apellido Vega. Los funcionarios regresaron de gira al tercer día y llegaron a la Caja a las 4 p. m.
Se intentó hablar con el director jurídico de la CCSS, Gílbert Alfaro, pero no fue posible contactarlo.