El desorden del transporte público

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La guerra en las calles es abierta: el peatón puede montarse en un taxi rojo en cualquier esquina, llamar al vecino que es exporteador, pedir un servicio especial estable de taxi o jugársela con un pirata.

El problema son las desigualdades de la competencia.

Los taxistas se quejan de que son los únicos que deben cumplir con dos visitas al año para la revisión técnica vehicular.

Los servicios especiales de taxi (sustitutos de los porteadores) también deben hacerlo, pero no hay un reglamento que indique en qué meses del año deben acudir a Riteve. Así las cosas, aunque ya tienen un documento que los acredita como un servicio especial, la placa que aparece en Riteve dice que solo deben acudir una vez por año.

Lo mismo ocurre con los exporteadores. Ellos operarían en condición ilegal, pues el artículo del Código de Comercio que permitía su operación, está hoy derogado.

Y, por último, están los piratas, que tampoco cuentan con un seguro de daños a terceros que proteja a los pasajeros en un accidente.

Según Germán Lobo, de la Cámara Costarricense de Porteadores, ellos han exigido al CTP un reglamento para cumplir los requisitos de la ley, pero esa norma sigue en veremos. Todo este ambiente, dice, es un “desastre” en carretera.

Yuribeth Méndez, de Fenapo, niega que los exporteadores operen en condición de ilegalidad, pues están amparados a los reclamos pendientes de resolución en el CTP.