El cura albañil camina por 47 comunidades de la frontera

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Los Chiles. La falta de agua potable, servicio eléctrico y el cuido del medio ambiente forman parte de la agenda de preocupaciones del padre Héctor Balmaceda, en la zona norte.

Este sacerdote nicaraguense vive en suelo tico y hace de albañil cuando corresponde construir algún templo. Recorre 47 comunidades –junto con otros dos religiosos– para atender a familias en pobreza.

“Caminar hacia las comunidades implica meterse al barro, sudar y tratar de evitar las caídas en los caminos que están en más mal estado”, expresó el sacerdote Balmaceda.

En sus visitas a hogares y en el trabajo con los jóvenes, promueve actividades para lograr la unidad de las familias, el respeto hacia los adultos mayores y la atención del desempleo que, reconoce, es uno de los principales problemas en la región.

“La realidad me dice que el trabajo del religioso no se puede quedar exclusivamente en el púlpito. Yo siento la obligación moral de respaldar a quienes luchan por alcanzar el progreso espiritual y material”, añadió el sacerdote.

En su ruta por la frontera, está la organización de festivales para revivir las tradiciones de los pueblos. De paso, recauda fondos para llevar a cabo obras de bienestar social, que ayuden a los más necesitados.