El país necesita al menos nueve estaciones de pesaje adicionales para controlar a los vehículos sobrecargados que deterioran constantemente la red vial nacional.
La recomendación la arrojó un estudio realizado por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica, a petición del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
La prioridad en la instalación de las estaciones la tiene la ruta 27 (a Caldera), pues desde su apertura se convirtió en una de las principales vías utilizadas por los transportistas. En ella se plantea un punto de pesaje en Atenas, Alajuela.
Los restantes puestos se ubicarían en la ruta 32 (Limón) en el cantón de Guácimo y en el Braulio Carrillo, en la ruta 1 en Puntarenas y una similar en su extremo norte en La Cruz de Guanacaste. En la zona sur otros dos puestos sobre la ruta 2, uno en Corredores de Puntarenas y otro en un sitio que no especifica el informe.
Por último, se propone un puesto de regulación en la ruta 141 (a San Carlos), en el cantón de Zarcero, en Alajuela, y en Garabito de Puntarenas en la ruta 34 (Costanera).
Estas nueve estaciones se sumarían a los cuatro que ya operan en el país: Búfalo de Limón, Ochomogo de Cartago; Esparza, en Puntarenas y Cañas, Guanacaste. María Camacho, vocera del Consejo, reconoció que de los cuatro puntos vigentes, Esparza y Ochomogo funcionan con estaciones temporales que serán removidas a corto plazo.
Precisamente, el informe fue entregado a La Nación al tiempo que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) anunció esta semana que reconstruirá las estaciones de Ochomogo y Esparza.
Sin respuesta. Luis Guillermo Loría, coordinador del Programa de Infraestructura del Transporte (Pitra) del Lanamme, comentó que el análisis fue entregado a la junta del Consejo en enero de este año; sin embargo, no tiene información de que las recomendaciones se lleguen a ejecutar.
Este medio intentó conocer el criterio de las autoridades del Cosevi, pero en la oficina de prensa indicaron que no había nadie disponible para atender las consultas. Por ejemplo, se desconoce cuánto costaría instalar los nueve puestos de control adicionales.
Para determinar dónde se deben ubicar los puestos de pesaje, los investigadores del Lanamme consideraron las rutas utilizadas por los transportistas de los principales focos productivos del país, como el constructivo y el agropecuario, y un promedio del volumen de lo que ellos transportan.
Loría dijo que recomendaron un plan quinquenal de operación para la implementación de las estaciones de pesaje, en el que se plantea la instalación de dos puestos por año durante los primeros cuatro años y una última estación en el quinto año. Esta propuesta concuerda con lo solicitado por la Contraloría General de la República en un informe de auditoría emitido en el 2013.
El estudio reveló que la ruta 32, que comunica Limón con la capital, es la principal vía para el tráfico de carga, por donde pasan anualmente hasta cinco millones de toneladas. Le sigue la ruta 27, por la que circulan hasta cuatro millones de toneladas. Y por último, toda la ruta Interamericana, que reporta tramos con volúmenes de hasta tres y cuatro millones de toneladas-
Con las nuevas estaciones se tendría mayor control de los vehículos que vienen del extranjero y que superan las 45 toneladas permitidas por unidad. Además, plantea un esquema que disminuiría la evasión del control.
Por ejemplo, el puesto en Zarcero, permitiría controlar a quellos que la utilizan para viajar desde Peñas Blancas hasta el Gran Área Metropolitana sin control de pesaje.
El coordinador del Pitra advirtió que la instalación de los reguladores de peso resultarían más económicos que la continua reparación de las vías por el deterioro causado por el exceso de peso de algunos vehículos.
Precisamente, la semana anterior se demolió el puesto de pesaje construido años atrás en Ochomogo, en el lugar se pretende construir un nuevo inmueble con tecnología que permita el pesaje selectivo de los vehículos. La obra implica una nversión de ¢660 millones.
En el 2013, la Contraloría calificó de deficiente el manejo de los recursos que el Consejo destinaba para el mantenimiento y rehabilitación de las estaciones de pesaje y a su vez enfatizó el incumplimiento en las sanciones a quienes excedan las toneladas permitidas.