Los consumidores urgen un cambio en la fórmula de cálculo del precio de los combustibles aplicada por la Aresep, la cual encareció el diésel y la gasolina para abaratar el gas y el asfalto.
Así reaccionaron ayer representantes de los autobuseros, la Defensoría de los Habitantes y Consumidores de Costa Rica, luego de que La Nación revelara la existencia de un subsidio oculto en el mecanismo usado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) para ajustar el precio de los combustibles.
La alteración se dio cuando, a finales del 2008, esa entidad modificó la forma de cargar a cada carburante los costos de distribución de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
Esto provocó que entre el 2009 y setiembre de este año, el litro de diésel se elevara en ¢12, en promedio. Mientras tanto, la gasolina regular pagó ¢4 de más y la súper ¢5 adicionales.
Fulvio Sandoval, técnico del Área Económica de la Defensoría de los Habitantes, manifestó que, aunque Recope no está sufriendo ningún perjuicio, “sí hay redistribución (de sus costos). Sí es importante que eso se corrija en la metodología”, dijo.
Consultado sobre las acciones que adoptará la Defensoría, Sandoval adelantó que solicitarán a la entidad revisar el subsidio. “En el caso de la Aresep, los subsidios únicamente son permitidos por aspectos de orden social y no lo vemos reflejado en este caso”, comentó.
Tocarán puertas. Maritza Hernández, presidenta de la Cámara Nacional de Transportes, dijo que volverán a tocar las puertas del órgano regulador para que revise la fórmula de cálculo que afecta el precio del diésel.
Eso sí, para ello buscarán alianzas con otros sectores afectados por el encarecimiento de ese carburante, como el agrícola y algunas industrias.
Hernández recordó que diariamente en el país se hacen 1,5 millones de viajes en autobús.
“Un aumento en el precio del diésel termina afectando al 70% de la población que utiliza ese servicio público y es la gente de menos recursos”, sostuvo.
En la misma línea se pronunció el presidente de Consumidores de Costa Rica, Érick Ulate, quien procura trabajar de la mano con los autobuseros para promover el cambio en la metodología aplicada por la Aresep.
De acuerdo con Ulate, es necesario generar una discusión pública para determinar el procedimiento que se va a utilizar en el futuro para determinar el precio final de los hidrocarburos.
“Aquí hay que generar un cambio en la fórmula de cálculo de precios de los combustibles para que cada uno refleje el costo real. El problema es que en la actualidad no existe transparencia en la fórmula, ni en los procedimientos que aplica la Aresep para cambiar el precio de forma ordinaria y extraordinaria”, añadió el máximo representante de Consumidores de Costa Rica.
Ulate también advirtió de que cualquier cambio en el precio deberá ser paulatino, porque hay muchos hogares que utilizan gas para cocinar y podrían verse afectados con una modificación en el precio de ese producto.
En la actualidad, los mayores consumidores de gas LPG son las industrias, restaurantes, comercios y hoteles (60%).
No obstante, de acuerdo con las envasadoras de gas, los hogares y sodas consumen el 32% del producto y los vehículos adaptados un 8%.
La Aresep informó de que ya trabajan en una nueva propuesta de metodología de cálculo para los combustibles.