Familiares, amigos y legisladores despidieron ayer al fallecido exdiputado Rodolfo Cerdas Cruz en el plenario del Congreso.
A partir de las 11 a. m., el cuerpo del reconocido intelectual y columnista permaneció en capilla ardiente acompañado por una guardia de honor.
Cerdas partió de este mundo el pasado viernes a los 72 años, luego de padecer una larga enfermedad.
Su féretro ingresó al plenario cubierto por una bandera de Costa Rica y otra del Partido Frente Popular Costarricense, el cual fundó.
Durante una hora, militantes de diversos partidos llegaron a dar el último adiós a este apasionado de la política y la patria.
Los presentes destacaron que Cerdas fue un pensador riguroso y sistemático. Y que, al ejercer en la política, aplicó esos dos elementos.
Constantino Urcuyo, analista político, destacó la habilidad del extinto diputado para buscar más allá de los acontecimientos.
“Siempre fue una voz crítica, una voz que enseña que no hay que aceptar lo dado como se presenta y ver qué hay detrás”, manifestó Urcuyo a la salida del homenaje.
Hombre luchador. La diputada liberacionista Alicia Fournier afirmó ayer que la principal característica de Cerdas fue la lucha.
“Fue un hombre muy claro, siempre luchador y pensador. Siempre se sintió muy costarricense y eso es un gran valor”, dijo Fournier, quien se consideró su amiga.
Al respecto, Urcuyo destacó con una anécdota el espíritu de lucha de Cerdas, quien fue diputado entre 1978 y 1982.
“Recuerdo que el último día que visitó mi oficina, el imbatible y luchador no quería que le ayudara a bajar las gradas. Lo ayudé y le dije: ‘No se resista amigo que para eso estamos los buenos amigos’”, rememoró.
La columna Ojo Crítico , en el periódico La Nación , se convirtió en el espacio de expresión de Cerdas durante los últimos 10 años. Justo la semana anterior, y aún luchando contra la enfermedad, escribió su último comentario.
Una fiel seguidora de sus columnas era Elizabeth Fonseca, presidenta del Partido Acción Ciudadana (PAC), quien ayer consideró como una pérdida para el país la muerte del político.
“ La Nación va a tener dificultades para sustituir quién le escriba la columna”, afirmó Fonseca.
Los restos de Rodolfo Cerdas yacen desde ayer en el cementerio de Obreros, en San José.