Colegio pidió vigilancia de antimotines en matrícula del próximo martes

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Cartago (Redacción). Autoridades del colegio San Nicolás Tolentino, ubicado en el distrito del mismo nombre en Cartago, pidieron a la Fuerza Pública que envíe un pelotón de antimotines el próximo martes al colegio, para que vigile la matrícula para el curso lectivo 2011.

El colegio toma esta medida para evitar enfrentamientos entre padres: unos hacen fila desde mediados de la semana para matricular a sus hijos en el centro educativo y otros compraron falsas fichas que, supuestamente, les aseguraban un campo de preferencia para realizar el trámite.

Así lo afirmó el Presidente de la Junta Administrativa del colegio, Uriel Espinoza Fernández, quien dijo que la precipitación de muchos padres para matricular a sus hijos en sétimo año desató un “mercado negro ilegal” de venta de campos.

“Me han dicho que algunos, en forma incauta, han pagado hasta hasta ¢70.000 por un campo, pero nosotros no reconoceremos esas fichas”, asegura el dirigente.

Las autoridades del colegio han recibido críticas, pues desde el viernes se forman largas filas de padres deseosos de matricular de primeros a sus hijos. Pese a la lluvia y el frío, la gente aguarda en las instalaciones hasta el martes, cuando se realizará el proceso de matrícula.

“Nosotros no podemos irrespetar el calendario del Ministerio de Educación Pública, que señala el 19 y 20 de octubre como los días para el proceso”, afirmó Espinoza.

El colegio, ubicado en Taras de Cartago, fue fundado hace cuatro años y es el único en Cartago cuya estructura es de tres pisos.

El MEP construyó nuevas instalaciones para el centro de estudios hace un año, como un plan piloto para instituciones con poco espacio de construcción.

El colegio tiene una población de 620 alumnos. Para sétimo año del curso lectivo 2011 están contemplados 110 cupos.

Sin embargo, en las filas se contabilizan más de 300 personas.

“Recibiremos solo a estudiantes de nuestro distrito. Ya esa es una directriz que hemos establecido”, finalizó Espinoza.

Tapada por un pequeño toldo mientras realiza la fila, Ana María Solano Méndez, ama de casa, dijo que aunque está con una fuerte gripe, lleva cuatro días de hacer fila.

“No quiero que mi hijo, Juan Antonio Montoya, se quede sin ir al colegio. Por su futuro hago este sacrificio”, asegura la madre.

Parecida actitud es la de Érika Figueroa Quesada.

“Estoy aquí sufriendo carencias, pero lo hago por mi hermana menor, María José”, afirmó.