Las comunidades de Tambor, Montezuma y Santa Teresa-Malpaís, ubicadas en el distrito de Cóbano de Puntarenas, optaron por la observación de vida marina, la gastronomía basada en productos del mar y la bioluminiscencia en el agua, con el fin de atraer al turismo.
En Cóbano hay playas que tienen bioluminiscencia. Esta es una reacción química que ilumina las aguas. Según la Universidad de Costa Rica (UCR), hay dos bacterias y microorganismos que están implicados en eso y producen luz en el agua.
Esos atractivos están incluidos en el Plan de Gestión de Destino que les fue entregado el pasado viernes por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), enfocado en el ámbito local.
Según datos del ICT, en Cóbano hay 411 empresas de hospedaje con 2.445 habitaciones, mientras que la oferta gastronómica cuenta con 116 establecimientos.
Asimismo, las comunidades ubicadas en este distrito reciben entre 150.000 y 200.000 visitas internacionales y entre 50.000 y 100.000 visitas de costarricenses anualmente. Estados Unidos representa el 46,9% de la demanda, seguido por Costa Rica con 26,5%.
De acuerdo con el ICT, a partir de ahora y por cinco años, las municipalidades, las cámaras de turismo de la zona y otros actores asumirán el liderazgo y responsabilidad de la ejecución del plan, mientras el ICT tendrá un papel de acompañamiento y asesoría para su cumplimiento.
La idea es que los emprendedores se concentren en el ecoturismo, sol y playa, así como en aventura, turismo marítimo, bienestar y oferta gastronómica. Además, se promueven actividades como paseos de bioluminiscencia, observación de vida marina, surf de alto nivel, pesca deportiva y buceo, entre otras.
William Rodríguez, ministro de Turismo, mencionó que el ICT le dedicó “vida, corazón y alma” a este proyecto.
“Es una herramienta con la que vemos hacia el futuro para que las diferentes comunidades dedicadas al turismo gestionen, por ellas mismas, sus atractivos, sus experiencias y todo lo bueno que deja esta actividad para los pobladores locales”, dijo el jerarca.