Un joven padre que labora en la Municipalidad de Curridabat se dejó seducir por el número que voceaba un vendedor de lotería en la feria del agricultor de esa comunidad: el 63.
Fue así como, sin agüizotes de por medio, este vecino de ese cantón josefino compró un pedacito del 63 con la serie 139.
Aún con asombro y alegría por sentirse millonario, el hombre llegó, la tarde de este lunes, a la Junta de Protección Social (JPS), en la capital, acompañado por su esposa, sus dos hijos y dos hermanos, para abrir allí mismo una cuenta en la que depositaría los ¢35 millones.
El afortunado, quien prefirió no revelar su identidad, relató a La Nación que invertirán el dinero en una vivienda y en la cancelación de varias deudas.
Su esposa relató que cuando vieron que tenían el número del mayor no lo podían creer; la celebración se extendió por horas y llamaron a sus familiares para contarles la noticia.
Los ganadores tienen 60 días naturales para cambiar los premios. Pueden hacerlo en sedes de la JPS o en oficinas del Banco de Costa Rica.