CCSS excede gastos en ¢18.000 millones y debe socarse la faja

Ya gastó el 70% del dinero para guardias, prestaciones y disponibilidades

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La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cerró el primer semestre del año con una sobreejecución presupuestaria de ¢18.000 millones y un déficit proyectado para fin de año de ¢37.000 millones, situación que obliga a la institución a apretarse aún más la faja si aspira a superar la crisis.

En un análisis hecho por la Gerencia Financiera, a petición de este diario, se determinó que hay partidas presupuestarias que a la fecha han consumido el 70% o más de los recursos asignados para ejecutar en todo el año.

Los gastos que más se han disparado son aquellos de la partida de Servicios Personales, la cual contempla el pago de tiempo extraordinario, guardias y disponibilidad médicas y días feriados, entre otros.

Gustavo Picado, gerente financiero de la Caja, advirtió de que aunque la entidad ha logrado reducir la proyección de déficit que estimó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el año pasado – decía que al 2012 la institución cerraría con un faltante de ¢118.000 millones si no adoptaba medidas–, lo cierto es que la salud de las arcas institucionales sigue siendo “frágil”.

Para este año, la Caja tiene aprobado un presupuesto total de ¢1,4 billones. Comparado ese monto en relación con el tiempo, la ejecución de recursos liquida ¢2,6 millones cada minuto (o ¢44.000 por segundo).

Unos sí, otros no. En términos generales, al 30 de junio Caja había gastado el 52,1% del presupuesto.

Aunque parece un porcentaje manejable, al entrar a analizar las partidas por separado se notan sobreejecuciones de hasta tres cuartas partes del presupuesto.

Así, por ejemplo, el Seguro Social asignó este año para el pago de guardias médicas la suma de ¢21.636 millones, pero ya se consumieron ¢16.612 millones (el 76,8%). En disponibilidades médicas la situación es igual: se previeron ¢10.698 millones y ya se gastaron ¢7.530 millones (el 70,4%).

Solo para cumplir con el comportamiento de pago de tiempo extraordinario visto durante el primer semestre, la institución requiere de ¢26.820 millones más.

Al explicar la situación, el gerente financiero enfatizó: “Hemos visto que algunos hospitales sí han tomado acciones para la contener el gasto, mientras que otros, francamente, no han hecho nada”.

Aunque no precisó a cuáles centros hacía referencia, Gustavo Picado manifestó que algunos directores médicos han cambiado las guardias por disponibilidades médicas; esto, por cuanto las primeras son un 45% más beneficiosas para los funcionarios.

Otra de las propuestas que analizan las autoridades es la implementación de tres turnos de atención en los centros de salud, lo cual evitaría el pago de horas extra.

Pero pasar del dicho al hecho no le ha sido fácil a la Caja. “Aprendimos que la optimización del tiempo extraordinario tiene que ser de más plazo”, reconoció el gerente, por lo que no queda otra opción que buscar los recursos.

Entonces, la pregunta es: ¿cómo se evitará que el déficit proyectado de ¢37.000 millones no se cumpla al finalizar el 2012?

Por un lado, se echará mano a partidas que más bien están subejecutadas, para pasar los superávits a los rubros que más gasto demandan, como es el caso del pago de prestaciones laborales.

En este último, los cambios que acordó la Junta Directiva para la cancelación de cesantía –ahora se paga el 5,3% del salario por año laborado y no el 8,3%– provocaron más salidas de la institución que de costumbre, lo que en términos monetarios significa que se requerirán unos ¢16.500 millones más para atender ese pago.

De esa subpartida, que es parte de Prestaciones Legales, ya ejecutó el 80% del dinero asignado.

Acomodos. Para contener el gasto, la Caja dictó, en mayo, 45 medidas para los próximos dos años.

Entre ellas están la reducción en un 20% de los contratos de seguridad privada, el congelamiento de creación de plazas y que solo se tramitarán para el Régimen de Carrera Profesional aquellos títulos afines al puesto.

Eso significa una proyección de ahorro de unos ¢11.778 millones en la partida de Servicios No Personales, pero que serían trasladados a rubros de tiempo extraordinario.

¿Es factible reducir aún más este último componente en el gasto?

Marta Rodríguez, secretaria adjunta de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca), opinó que “con toda sinceridad, ya no se puede recortar más el pago de horas extra”, pues hacerlo afectaría la atención de los asegurados.