CCSS dejó a pacientes hasta un año sin sus medicamentos

Encargados de adquirir medicinas hicieron compras tardías o con errores

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Fallas en la adquisición de fármacos y el incumplimiento o inexistencia de procesos de compras provocó que pacientes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) pasaran hasta un año sin tener acceso a sus medicinas.

En 20 meses –entre enero del 2010 y agosto del 2011– la entidad sufrió el desabastecimiento de 140 fármacos, lo que representa la cuarta parte de todos los productos que figuran en la Lista Oficial de Medicamentos (LOM).

El caso más grave de escasez fue el de una sustancia llamada Gadopentetato de dimeglumina, solución clave para el diagnóstico del cáncer. Dicho compuesto no estuvo disponible en todo un año.

En nueve meses también faltaron el Alfacalcidol, que es un tipo vitamina D para tratar la ausencia de calcio en la sangre, y el Montelukast, tratamiento contra el asma bronquial.

Pero el faltante de fármacos es solo uno de los hallazgos que hizo la Auditoría Interna de la CCSS, en cuanto a la gestión de adquisición de medicamentos que lleva a cabo la Gerencia de Logística.

Compras dudosas. El informe de Auditoría revela una serie de inconsistencias y anomalías en la aplicación del mecanismo de compras urgentes de medicinas dentro de la Caja.

Los fiscalizadores hallaron que, pese al aumento de compras de urgencia, la CCSS más bien sufrió de un constante desabastecimiento en las farmacias de sus hospitales.

Esto último faltante se debió a que los distintos departamentos de la Gerencia de Logística incumplieron trámites como el “punto de reorden”, es decir, el plazo en el cual se debe iniciar una nueva licitación para evitar que, al concluirse un contrato, la Caja quede con “cero existencias” de un medicamento en particular.

Los auditores también encontraron fallas en los pronósticos de compras, incompatibilidad en sistemas informáticos para control de inventarios y el incumplimiento de plazos y cronogramas por parte de proveedores.

Además, la Gerencia de Logística presenta en la actualidad “duplicidad de análisis técnicos”, tardanza en notificaciones y “fallas en la coordinación y en decisiones poco oportunas” una vez detectadas las necesidades sobre medicamentos.

El informe de la Auditoría se realizó a petición de la Junta Directiva de la Caja, solo semanas después de que este diario denunciara el aumento de compras urgentes y de cómo un gestor de medicamentos habría beneficiado a un proveedor ligado a su madre.

Todos los señalamientos corresponden al período en el cual el gerente de Logística era Ubaldo Carrillo Cubillo, quien renunció al cargo un mes después de las denuncias de La Nación.

Ayer, el exjerarca no quiso referirse al tema.

Quien sí lo hizo fue la nueva gerente Dinorah Garro, quien advirtió que en tres semanas estará definido el Órgano Director que investigará los hallazgos de la Auditoría y permitiría la eventual apertura de procesos administrativos contra funcionarios.

Fallas por doquier. De acuerdo con el estudio de la Auditoría, al revisar una muestra de 30 expedientes de compras urgentes se evidenció que no hubo un estudio de razonabilidad de precios.

Esto propició –señala el informe– que la Caja pagara más dinero por el mismo medicamento, lo cual se hubiera evitado de cumplirse el “punto de reorden” y el apego al reglamento de la Ley de Contratación Administrativa.

También se determinó que en la mayoría de las compras urgentes no se cumplió el principio de imprevisibilidad. Así, por ejemplo, se encontró que la administración justificó en su propia incapacidad algunas adquisiciones urgentes.

De acuerdo con la información analizada, en el 2010 la Caja hizo solamente 12 compras urgentes, mientras que un año más tarde el número se elevó a 59.

El proveedor que más veces fue beneficiado con ese mecanismo de adquisición fue Seven Pharma Limitada, a la cual pertenece la firma Selah Medical Supply, en donde aparece como parte la madre del gestor de medicamentos Hans Vindas. La Caja dio a Seven Pharma contratos por ¢103 millones solo en compras urgentes.

Otros detalles. El extenso informe de auditoria, de más de 80 páginas, también confirma que los tres principales hospitales del país tuvieron problemas para el abastecimiento de 205 medicamentos.

El Calderón Guardia, México y San Juan de Dios recibieron compuestos en cantidad menor al consumo mensual, lo que a la postre dejó a pacientes sin medicinas.

Ayer, la actual jerarca de Logística confirmó que, a excepción del exgerente Carrillo, los directores, jefes de área y el gestor de medicamentos continúan en sus puestos y así seguirán hasta que acabe la investigación preliminar.

Las compras urgentes también son investigadas por la Fiscalía de Fraudes, despacho que ayer explicó que seguía con las pesquisas.